~True love isn't easy~

"La cruda realidad"

-Bueno yo ya me voy...- Les dijo Caleb, soltándole de la mano a Hanna.
-¡Espera!- Le dijo Hanna a Caleb, dándole un apasionado beso en sus labios.
A Hanna ya no le importaba nada lo que los demás personas pensasen de ella, al fin y al cabo ya había encontrado lo que más quería en su vida.
Caleb bajó las escaleras cabizbajo y salió de aquella casa.
-Hanna ¿Qué acaba de pasar?-  Le preguntó Emily, a la vez que ponía sus brazos en jarra.
-¡Pues parece que nos hemos reconciliado!- Dijo Hanna con ironía.
-¡¡¡Hanna!!!- Le gritó Emily, cabreada.
-¡¿Qué?!- Le dijo Hanna ofendida.
-¿No te das cuenta de lo qué  acabas de hacer? ¡Caleb está saliendo con Spencer!- Le espetó Ali a Hanna, muy ofuscada.
Hanna no sabía que decir, no se había parado ni un segundo a pensar el daño que le iba a causar a Spencer.
-Por favor, no se lo contéis a nadie, no quiero hacerle más daño a Spencer, creo que ya tiene suficiente con lo de su madre...- Dijo Hanna con seriedad.
El año pasado le habían diagnosticado cáncer de tiroides a la madre de Spencer, Verónica. La pobre Spencer lo estaba pasando bastante mal, ya que se había enterado hace poco del delicado estado de su madre.
-Creo que debería de irme...- Les dijo Hanna a la pareja apresurándose hacia la entrada.
Hanna tenía que hablar con Caleb, tenía que saber que sentía hacia ella. Sin pensárselo dos veces sacó su iPhone y marcó el número de Caleb.
-Caleb tenemos que hablar, nos vemos en mi casa, ahora- Le dijo Hanna  con seriedad, poniendo rumbo hacia la casa de los Marin.
-Vale- Dijo Caleb con firmeza.
Cruzó los dedos para que el viejo enanito de jardín siguiese teniendo sus antiguas llaves de casa.
La rubia hurgó en la cabeza del enanito y obtuvo las llaves de la casa de los Marin. Abrió la puerta de la entrada, y vió que  alguien más se hallaba en la casa.
-Parece que sigues teniéndolas...- Le dijo Hanna a Caleb, señalando las llaves que contenía entre sus manos.
-¡Buen trabajo Sherlock!- Dijo Caleb, con el típico humor que le caracterizaba.
-Necesito que me digas la verdad ¿Has sentido algo por mí esta mañana?- Le dijo Hanna sin quitarle la vista a los ojos de Caleb.
-Hanna yo...- Le dijo Caleb, mientras se acercaba a los labios de Hanna.
En ese momento Hanna no pudo contener el impulso de besar los labios de Caleb. Con un veloz movimiento Caleb se quitó su camiseta dejando ver su ejercitado torso. Hanna no pudo evitar que sus finos dedos acariciaran uno a uno los pectorales de Caleb.
No sabía como pero de alguna forma llegaron a su viejo cuarto.
Se besaron una y otra vez, y entre beso y beso se fueron quitando la ropa, hasta quedarse desnudos. Sus cuerpos se fundieron hasta solo parecer uno.
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La noche había sido maravillosa, pero por desgracia la mañana había llegado. Al volverse, Hanna se dio cuenta de que no había nadie a su lado de la cama ¿Dónde estaba Caleb?
¿Cuándo se abría marchado?
-Bip, bip- El móvil de Hanna sonó, era Jordan.
-¡Buenos días zorra! Cambio de planes, nos vemos en el parque del Brew en media hora. No llegues tarde puta- Le dijo Jordan, colgando el teléfono sin dejarle decir nada a la rubia.
-Pero que cojones...- Dijo la rubia, irritada.
Cogió la primera prenda decente que encontró en su viejo armario y bajo a la cocina.
Más que comer tuvo que engullir sus cereales para llegar a su estúpida "quedada" con Jordan.
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El parque estaba realmente abarrotado,  juraría que no le llegaba suficiente oxígeno a sus pulmones.
Como no allí estaba él, sentado en un banco, con uno de sus lujosos trajes, mirándola fijamente.
-Hola, Hanna...- Le dijo Jordan con una falsa sonrisa.
-¿Qué quieres? ¿Para qué me has traído aquí?- Le dijo Hanna, harta de aquella situación.
-Es complicado, muy complicado...- Dijo Jordan ausente.
-Explícamelo- Le exigió .
-Verás, necesito que me hagas un pequeño favor...- Le dijo Jordan con malicia.
-¿Qué tipo de favor?- Le preguntó Hanna con miedo.
-¿Tan ingenua eres? Pensaba que eras más lista...- Dijo Jordan.
-¿De qué estás hablando?- Le preguntó.
-Después de todo el tiempo que llevamos juntos, ¿No te has dado cuenta? ¿Te crees que fue casualidad que me acercara a ti en aquella fiesta el día que nos conocimos? Lo estuve planeando meses. La forma más fácil de llegar hasta tu madre eras tú.-Dijo Jordan pensativo.
-¿Qué tiene que ver mi madre en esto?- Preguntó Hanna.
-El hotel más famoso y exclusivo del estado ¿Te suena de algo?- Le dijo Jordan irónico.
*Radley... ¿Cómo no me había dado cuenta?* pensó Hanna con ira.
De repente Jordan dijo lo que Hanna más temía en ese instante:
"quiero el hotel"