Día 9.

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Martes, 09 de febrero de 2016

Hola, llevo una semana casi dos aproximadamente sin escribir y bueno, es porque mi día a día realmente no me lo permite, pero de todos modos, les vengo a contar que es lo que me pasó ayer.

Ayer, al principio fue un día como cualquier otro: me desperté, me llevaron desayuno, no me lo comí y lo boté sin que se dieran cuenta. Fuí a entrenar, me tocaban clases de ballet, quedé exhausta, llegué a mi casa y descansé un rato en mi cama, llegó mi tío y me dijo si le podía poner un collar que el le había comprado a mi perrito, lo hice y luego llegó la hora de almorzar. Aquí todo sigue igual, almorcé dos croquetas de atún con un poco de lechuga, luego fuí al lugar al que iba después de comer: el baño. Comencé a vomitar lo que había comido y ocurrió algo que nunca pensé que podría pasar: mi tía abuela pensó que no había nadie en el baño, ya que tenía la luz apagada, y abrió la puerta.....fue mi perdición. Empezó a gritar como loca que estaba vomitando e intentó entrar al baño, yo no la dejé y le cerré la puerta en la cara, me quedé ahí. Ella no encontró mejor idea que llamar a todos y decirles lo que había pasado, cómo me había visto. Estuve 2 horas encerrada en el baño, escuchando como hablaba por teléfono con quién sabe quién, hasta que llegó mi tío con su novia. Ella habló conmigo mediante papeles que nos pasabamos por debajo de la puerta del baño, hasta que salí y me dijo vístete que nos vamos, y me llevó a un lugar para despejarme. Fue la mejor decisión salir de esa casa, conversamos sobre otros temas y nos tomamos algo para la sed, la pasamos muy bien. Al llegar de vuelta a mi casa, tuve que enfrentar lo que menos quería: hablar con mi mamá. Ella había estado todo el día trabajando, por lo que no estuvo en la casa cuando pasó todo ese "episodio", sólo sabía que algo había pasado y que estuve 3 horas encerrada en el baño, pero no sabía qué era lo que exactamente había pasado. Empezamos a conversar, pero yo no quería hablar del tema, así que, ya cuando me hartó con preguntas, le dije que si quería saber qué había pasado que fuera a preguntarle a mi tía, porque de mi boca no iba a salir, simplemente porque no quería que se decepcionara de mí. Estuvo un rato en la pieza de mi tía y luego volvió a la mía, se acercó hacia mí, se sentó en mi cama y sus palabras fueron exactamente: así que...¿estás vomitando de nuevo?. Yo no sabía como reaccionar, puesrealmente mi mundo se había caído a pedazos y ya no tenía donde refugiarme.

Fue una conversación que parecía que nunca iba a terminar, recuerdo que mi mamá dijo: ¿cómo no me pude dar cuenta?, pasas horas en el baño después de comer, andas desganada, duermes a cada rato, comes muy poco, bajaste mucho de peso; todo estaba tan a la vista y yo no lo pude ver, ¿cómo puedo ser tan tonta?. Yo no sabía que decir, y bueno luego de hablar me dijo parece que lo único que queda es internarte; en ese momento, si mi mundo ya se había caído a pedazos, entonces ahora los pedazos que quedaban se deshacían lentamente con cada palabra, hasta el gran impacto: DEBEMOS INTERNARTE. Yo solo me puse a llorar, pero no quería que mi mamá se diera cuenta, le decía que estaba bien, que no lo necesitaba, que me dejara tranquila; a lo que mi mamá respondió que todo era peor de lo que pensaba, ya que nisiquiera podía reconocer que tenía un desórden alimenticio.

No podía creer que todo esto había pasado, más de cuatro años viviendo así y nunca nadie se había percatado, pero ayer se acababa esa vida silenciosa y se volvía una vida a la que nadie podía callar.

Tengo miedo, hoy no he podido comer, ni el desayuno ni el almuerzo comí bien y están todos vigilándome, es horrible. No quiero que llegue la noche, mi mamá me dijo que tenía que hablar urgentemente conmigo y tengo miedo de lo que pueda pasar.

- Fin del día 9 -

Palabras de una suicida más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora