CAPÍTULO 6 | Aventura.

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6:45PM
San Diego, California
Rachel.

Llegamos a mi casa aún riéndonos de los chistes malos de Mike. Traía mis tenis en la mano ya que desde que salimos de la playa había decidido venirme descalsa por la banqueta. El chico se había venido derecho conmigo; ya que seguía en pie la cena que papá haría esta noche.

Al momento de entrar por la puerta fuimos golpeados por el olor de la cena; papá ya había llegado y pude adivinar lo que estaba cocinando.

—¡Brochetas!—
Grité caminando a paso rápido hacia la cocina donde pude encontrar a papá aún con su camisa de trabajo pero con sus mangas arremangadas preparándolas.

—Que buen olfato tienes Rae, ¿Haz pensado trabajar con los de la FBI?—
Bromeó papá divertido.

—Ja ja ja, no gracias. Me aburriría.—
Respondí robándole un bocadillo.
—Mike está aquí.— Volví a hablar ahora dirigiéndome al refrigerador para sacar algo de tomar.

—¡Hazlo pasar! No lo tengas solo en la sala.—
Mencionó aún trabajando en la brochetas. Asentí a su comentario y llamé a mi amigo el cuál ya había tomado asiento en uno de los sofás.

—Hey Miguel, ¡Ven!—
Lo llamé por su nombre mexicano riendo; se me había ocurrido llamarlo así cuando estábamos aún en la playa. Había escuchado a un señor hispano llamar a uno de sus pequeñines así, entonces opté por hacer lo mismo con él.

—A la orden!—
Se paró de su lugar y me siguió hasta la cocina donde me dispuse a ordenar el comerdor.
—Buenas noches Señor Cohen.—
Saludó a papá de lejos ya que aún él se encontraba cerca de la estufa.

—Buenas noches Mike, ¿Qué tal? ¿Cómo les fue?—
Preguntó amistoso. Desde la primera vez que le presenté Mike a mi padre lo ha aceptado muy bien, refiriéndome como compañero. Le alegraba que alguien muy cercano a nosotros (por referirme a vecinos) haya sido quién me hablara primero en la escuela.

—Muy bien, gracias. Disfrutamos mucho el clima y las caminatas por la playa.—
Respondió el muchacho.

—Me alegro, me alegro. Que bueno que Rae ya no se la pase todo el tiempo aquí encerrada. Apareciste en el momento indicado muchacho.—
Rió justamente cuando terminé de acomodar los platos sobre la mesa. También dejé una lata de soda en cada lugar.
—¿Ya está la mesa pequeña?—
Preguntó papá nuevamente. Mike soltó una pequeña risa al escuchar la palabra "pequeña", no lo culpo, había sido vergonzoso.

—Ya, tu dices la hora Cohen.—
Respondí.
—Ven Miguel, toma tu lugar.— Le indiqué y se sentó frente a mi lugar. El asiento de papá estaría en medio de nosotros.

Después de unos minutos papá ya tenía listas la brochetas y dejó un gran plato en el centro de la mesa para ir tomando cada quién las suyas.

Honestamente se veían deliciosas.

Cada quién comenzó a comer y nuevamente el señor de la casa comenzó una charla con el joven que estaba enfrente mío. Charlaron un poco de como iban los cursos, si realmente le estaban sirviendo y cosas así. Luego cambié yo el tema ya que veía que Mike se estaba poniendo incómodo; decidí comenzar a hablar acerca de lo cambiado que estaba el boulevard de la bahía.

Los tres estábamos disfrutando de nuestra cena; a mi padre y a mi nos alegraba tener visitas. En fin, comimos por un rato más, hasta que al parecer Mike se armó de valor para comentarle a mi papá de la dicha fiesta que me había comentado a mi hoy temprano.

—Señor Cohen..—
Murmuró el joven pasando saliva, quería reírme porque se veía lindo apenado.

—¿Qué pasa Mike? ¿No te gustó la cena?—
Respondió papá con otra pregunta.

Our Life Have Just Begun // Vic Fuentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora