Our Life Have Just Begun // Vic Fuentes.

Capítulo 14 | El primer beso.

10:56PM
San Diego, California.
Victor.

—Eres solo una niña, ¡Está mal!—
Grité un poco desesperado parándome de mi lugar para acercarme a ella.

—¿Niña? ¿Y tu todo un hombre, no? ¡Cómo para no decirme las cosas de frente y como son!—
Ahora ella gritó de vuelta conectando su mirada con la mía, pude ver tanto en ella.

—Ah, ¿Quieres las cosas de frente y como son?— Pregunté con cierta ironía aún mirando sus ojos.

—¡Eso fue lo que dije!—
Argumentó acercándose más a mi, cosa que me pareció extraño, parecía no temerle a nada.

Me armé de valor, aún que no supe cómo; dejé escapar un último suspiro aún algo molesto porque ella no me entendiera, pero me acerqué mucho a más a ella de lo que ya estaba; tomé sus mejillas que de alguna forma u otra estaban ardiendo gracias a sus nervios y finalmente la besé, carajo; ¡La besé! El alcohol me provocaba hacer muchas idioteces, pero ninguna tan grande como esta.

Al principio ella pareció forcejearse para escaparse de mi agarre, pero rápidamente bajé mis manos a su cintura para no dejarla ir y apretujarla más contra mi. Las ganas por probar esos labios tan tentadores por fin estaban siendo satisfechas.

Ella continuó forcejeandose de mi, hasta que tuve que separar mis labios de los de ella para poder tomar algo de aire, fue ahí donde ella aprovechó para darme una pequeña bofetada en la mejilla y separarse.

—¿¡Qué te pasa?!—
Se quejó asustada, dando unos pasos hacia atrás.

—¿Querías la verdad, no? Ahí la tienes, eres tú lo que me pasa..—
Respondí sentándome nuevamente en mi lugar, ya sin ánimos, solo esperando a que el tiempo pasara rápido para salir de este encerrado lugar.

Ella se quedó callada unos segundos más, subió una de sus manos a sus labios, pasando suavemente un dedo por ellos, al parecer asimilando lo que acababa de pasar.

Tal vez estaba ebrio, pero enserio pude sentirme totalmente sobrio al momento de besarla.

Ella se arrodilló frente a mi, quedando a la misma altura que yo, me miraba fijamente, tal vez buscando las palabras para decir, en cambio yo, miraba hacia otro lugar que no fuera ella.

—Victor..—
Murmuró colocando una de sus manos sobre mi rodilla, captando mi atención al instante.

—Está mal..—
Fue lo único que pude decir, agachando mi cabeza, perdiendo nuevamente el contacto de mi mirada con la de ella.

—¿Está mal que te guste? ¿Eso era todo? ¿Era lo que te tenías guardado?—
Cuestionó ya algo relajada; ¿Ahora se supone que comprendía?

—Está mal que una chica de casi 17 años me traiga como loco, que ocupe mi mente 24/7.—
Respondí aún sin mirarla a los ojos, me encontraba enfadado y no sabía ya ni porqué, esto no tenía nada de sentido.

—Pues déjame decirte que.. Tú también ocupas mi mente 24/7, simplemente.. No puedo sacarte de mi mente y todo lo que tenga que ver contigo.—
Hablaba con la verdad, sabía que lo hacía. Se escuchaba tan sincera; ¿Podría creerle?

Subí mi mirada a sus ojos verdes, los cuales me pedían a gritos por otro beso.

Me quedé mirándola fijamente unos segundos más, cuando me decidí por repetir la acción, esta vez ella no se negó.

10:59PM
San Diego, California.
Rachel.

Dejé que sus labios tocaran nuevamente los míos. Las palabras que había mencionado él segundos antes ahora rondaban por mi mente, no creo que hayan sido tantos días y misterios para esto. Ahora mi única duda era.. ¿Sentía lo mismo? Era claro que me pasaba los días pensando en él y en su comportamiento, pero nunca me lo imaginé de esta forma; estaba ebrio y.. Tal vez solo fue un arranque sin importancia. Pero ya estábamos aquí, ¿Porqué no disfrutarlo también?