La luna comenzaba a dejarse ver entre las nubes que adornaban el cielo. A penas daban las siete de la tarde y ya parecían las once de la noche. Menudo clima frío.
Después de un par de copas en un bar cercano a su trabajo, Jake consideró que ya era hora de volver a casa. No había aceptado la invitación de Dyle porque creía que estaría entre gente rara y desconocida; Preferiría ir a su casa y encerrarse el resto de la noche en su cuarto, jugando videojuegos envuelto en un edredón y comiendo frituras.
Al salir del bar, el aire frío le golpeó los pulmones que ya se habían acostumbrado a la calidez de muchos alientos en un mismo sitio, el olor a limones y al humo de cigarrillos. Dio un suspiro acompañado de ese vapor característico de el clima helado. No era fanático de beber, pero se le había antojado un poco de alcohol por mero arrebato. Eso significaba usar la identificación falsa que alguna vez Nathan le regaló por su cumpleaños 18. El chico le había advertido que no se le ocurriera ponerse de " Simpático" y usarla de día porque si bien de noche podían descubrirlo, generalmente los cantineros lo dejaban pasar. En caso de que se descubriera que el carnet era falso, sin culpa podrían decir que " Estaba obscuro, me engañó...blablabla.." y ellos salían limpios. Ellos tenían clientes y si te atrapaban no eras su problema. "Así que cuídate princesa" le amenazó su amigo aquella vez.
Sacó las llaves del auto y se dispuso a abrirlo, más cuando quiso hacerlo, las llaves se le cayeron como producto de su torpeza o más bien, de la torpeza que su estado le proporcionaba con gentileza. Cinco vasos de vodka con jugo y ya se le había subido. Eso porque hacía años que no bebía de esa forma. "Patético" se dijo. De todas formas aún veía con claridad y estaba lo suficientemente sobrio como para no atropellar a alguien.
Subió a su auto y comenzó a recorrer el largo camino que le esperaba. Se removió incómodo al sentir a su aparato celular vibrar en su bolsillo trasero; en cuanto hubo un semáforo se apresuró a revisarlo. Resultó ser un msm de su abuela que decía: "Ven a casa pronto". Conociéndola, se había tardado al menos 20 minutos en escribir eso en el nuevo android que le dio como regalo en navidad. Ahora si debía acelerar. Se preguntó porqué le dio semejante regalo a una anciana de 62 años. Porqué no piensas Jake del pasado?!.
Diez minutos después, se encontraba acomodando el auto en la cochera de su vivienda. Frente a ella había un vehículo extraño a la casa y a las de sus vecinos. Un escalofrío paseó en su espalda. Solo esperaba que fueran unos parientes que estaban de visita o algo por el estilo.
Ingresó por la puerta principal llegando al pequeño vestíbulo qué se interponía entre la puerta y la sala de estar. Colgó las llaves y su abrigo en sus lugares respectivos y cuando se volteó encontró a alguien sentado ahí en una silla traída del comedor. No tardó en reconocer a aquella persona. Cabello corto y castaño, cara aniñada y ojos claros: Era la chiquilla de las novelas de terror.
La observó confundido. Que demonios hacía en su casa?. No podía estar tan ebrio. Ella parecía no percatarse de su presencia a pesar del alboroto que hacía cada que llegaba en aquel estado torpe y vago. "Pss" le chito para llamar su atención. No se volteó.
- Qué el libro no te gustó?- le preguntó con clara torpeza. Ella lo miró como si durante los instantes anteriores hubiese estado dormida y lo enfocó con sus enormes ojos grises que para ese momento se encontraban completamente enrojecidos y empañados por las lágrimas.
Momento. Que sus ojos no eran azules?. Tal vez solo estaba más ebrio de lo que se sentía.
-No llores, te haré un reembolso- Trató de adularle, más ella sólo lo observaba directamente a los ojos dorados. Cómo no se había dado cuenta de quien era ese muchacho?.
- Oye... Que tienes?- Le preguntó con suavidad. La chiquilla no pudo resistirlo más y estalló en un llanto mudo intentando cubrirse la cara con vergüenza de sí. No podía decir si estaba más aturdido por la extraña situación o por su estado etílico.
- Jake eres tú?- llamaba la voz de su abue-nana. Se escuchaba extraña, constipada. Fue en dirección a ella haciendo una seña a la chica que podía entenderse como un " ya vuelvo" aunque era casi imposible que ella lo viera con la cara hundida entre las manos.
- Nana, qué ocurre?- quiso saber completamente perdido.
Dos personas, un hombre y una mujer vestidos formalmente estaban sentados acompañando a su abuela que mostraba un aspecto destrozado. Su cara estaba completamente enrojecida junto con sus ojos y las lágrimas se desparramaban a lo largo de sus mejillas sin intenciones de detenerse. El susto no tardó en llegar consumiendo todo a su paso.
- Que mierda pasa?!- exigió respuesta a los extraños alterado. Evidentemente eran el motivo de la notoria histeria que invadía su casa. El descontrol y la ira por ver llorar a su madre sin saber por qué, era una mala combinación con casi un litro de vodka almacenados en su estómago.
-Jakie... Cariño, toma asiento- le pidió dulcemente tratando de calmar sus ánimos.- Ellos no han hecho nada amor- le aclaró para luego soltar otra lágrima sin contenerse.
- Qué te pasa Mamá?- preguntó algo más calmado, pero sin dejar de mirar con suspicacia a los intrusos. Estaba más que mareado con aquella situación.
- Mi amor...- comenzó, más no pudo terminar tratando de tragarse el llanto que tercamente pujaba por salir.
- Los dejaremos a solas- dijo la mujer y se dispuso a salir con su compañero. Si lo dijera con menos tono de ultratumba se lo hubiera agradecido.
- Mamá?- insistió el muchacho con sutileza. Ella torció los labios y soltó unos suspiros entre cortados.
- Mi niño... Como desearía ser yo tu mamá... Pero sabes que no...-.
-Es por eso? - interrumpió - Ya te he dicho que no me importa...- .
- No Jake- lo calló con severidad.
- Tu sabes que se fue y que..-.
-Jake..-.
- A ella no le importó que yo...-.
-JAKE ELLA FALLECIÓ- Le gritó con desesperación sin poder resistir ya tantas dolorosas palabras.
ESTÁS LEYENDO
Solo Miradas
Fiksi RemajaConocerán a Jake ;una persona normal a simple visita, una persona que como muchas sabe ocultar su dolor perfectamente . Una persona a la cual de un día otro le cambian la perspectiva, la forma de ver la vida y la forma de vivir con el simple hecho d...