Pesadilla, ¿con o sin fin?

IX

   ¿Por qué esa frase la intrigaba tanto? Su madre se sentía abrumada por tantos sentimientos que se contradecían entre sí, primero tristeza y desolación por la muerte de su madre, alivio porque Mariaclara estuviera viva pero preocupada porque estaba muy herida y lejos de ella, y por último Milagros y su abuelo, por los cuales se sentía bien por que estuvieran vivos pero triste porque sabía lo que habían perdido.

   Entre Silvia, Sebastian, Marcelo y Lourdes tenían que organizarse, primero que nada que harían con el cuerpo, con lo cual Silvia los ayudó diciéndoles que les convenía hacer ya que no podían llevar el cuerpo de Argentina a Uruguay, era muy caro. Decidieron que lo mejor era cremarla y llevarse las cenizas. Creo que recién en ese momento Milagros lo entendió: su abuela estaba muerta y no iba a volver, lo único que quedaba para hacer con ella era incinerarla y meterla en un a caja de madera con su nombre. Hasta ese momento todavía guardaba una pequeña esperanza de que su abuelo se equivocara, de que Martha estuviera viva, pero esa esperanza murió junto con su abuela y no volvería a vivir nunca más. 

   A todo el tema del cuerpo se sumaba Lourdes, que quería estar en la cremación pero al mismo tiempo tenía que irse a Paraná con su hija. Después de un rato de discutir pensaron que era mejor seguir la conversación después. A Lourdes le llegó una llamada de su... ¿ex esposo? ¿Esposo del cual estaba separada pero no divorciada? Digamos ex esposo. Sebastian (si, otro sebastian) se encontraba en con su hermano en un estacionamiento cerca de ahí, ella le dijo que no se movieran, que ya iban todos para allá. De esa forma se subieron todos a los autos y salieron, Lourdes y su hija iban en el auto de Seba el hermano. Después de 10 minutos llegaron al estacionamiento donde se encontraron con el papá de Milagros, este salió corriendo hacia ella y la abrazó con las que parecían ser todas sus fuerzas, no sabía como sentir el abrazo, hacía casi dos meses que no lo veía desde que se había ido de su casa y le habían dicho tantas cosas de él... Todo lo que le había hecho y dicho a su madre y tantas otras cosas, durante un segundo pensó en empujarlo y no dejarlo que la abrazara pero finalmente se dejó, al fin y al cabo era su padre y ella no sabía toda la verdad.

   Ahhh y olvidé contar algo. Cuando todavía estaban en el hospital Mili le había pedido el celular a su madre para contactar a su "mejor amiga", le explicó un poco lo que había pasado en un mensaje y después de no más de 5 minutos le llegaron dos mensajes: "Quuuuuuue?? Estas bien blda?" y otro que decía "Jaajajaj puto viernes 13". Ese último mensaje la dejó demasiado shockeada como para responder, se sentía muy traicionada y humillada. ¿Acaso a esa estúpida le parecía un buen momento para hacer una broma cómo esa? ¿En qué mierda pensaba? Después de un par de meses su amistad se terminaría definitivamente por suerte.

  Volviendo al estacionamiento, después de un largo abrazo y un aun más largo interrogatorio de su padre sobre los eventos recientes ella se sentó en un asiento del auto de Marcelo y se puso a jugar desde allí con unos perros que había en la vuelta, algo estúpido en el contexto donde se ubica la historia pero era mejor que las conversaciones sobre cremaciones y velorios que mantenían los adultos.