»004.

2.3K 168 60
                                    

—¿Y cómo te llamas?—Preguntó él chico mientras se peinaba.

—_______, pero puedes decirme ______*.

—Yo me llamo Theodore, pero puedes decirme Theo.—Respondió con una sonrisa.

—Genial Theo.—Sonrió.

—¿Quieres ir a el jardín?—Preguntó Theo.

—Claro.

Salieron por la puerta, miró a la enfermera de hace un rato y le guiño el ojo, haciéndola sonrojar.

Miro detenidamente el jardín, el pasto era completamente verde, brillaba haciendo contraste con el sol, había flores de distintas clases, bancas para sentarse y una fuente en el centro.

—¿Te puedo preguntar algo? —Dijo Theo, invitándola a sentarse en el pasto.

—Si, dime.

—¿Por qué te internaron aquí?, digo no te vez enferma.—Theo no pensó al decir aquellas palabras.

—Mis papás dijeron que era lo mejor, porque ellos iban a morir.—Dijo ella mirando a la nada.

—¿Y te sientes mal?—Theo era muy curioso.

—Si Theo, pero ellos estarán mejor ¿y tú por qué estás aquí?.

—Ellos creen que yo maté a mi familia, eso no es cierto.—Dijo el triste, Theo tenía una cara de ni siquiera romper un plato, se veía tan inocente.

—¿Quién dijo eso?

—No lo sé, pero ahora ya no me importa tanto.

—Oh...

—¿Y qué enfermedad tienes _____*?

—Esquizofrenia neurótica y bipolar ¿y tú?

—Esquizofrenia nerviosa.

Hablaban como si fuera lo más normal de el mundo, _______ se sentía bien por tener a alguien con quien hablar sin prejuicios de su enfermedad, Theo le caía bien.

—¿Aquí hay reglas?—Preguntó ella.

—Si, ¿quieres saberlas?.

—Por favor.

—No tienes que agredir a nadie, si no te van a encerrar en una habitación acolchonada, no lo veas como castigo solo es para que te tranquilices.

—Ah...

—Tomar nuestro medicamento, eso es lo esencial de igual manera te lo pueden inyectar.—Un escalofrío recorrió su cuerpo de tan solo pensar en agujas.

—No son malas reglas.

—Oh y la última no tener sexo.—Que directos son. Se sonrojo.

—Vaya.

—¿Tienes hambre?, podemos comer a cualquier hora.

—Si, quiero una manzana.

—Entonces vamos.—Sonrió y extendió su mano.

La guío hasta el comedor de el hospital, saludo a varias niñas y niños, se veía que Theo les agradaba a cualquier persona. Hasta a ella.

vapor [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora