Capitulo 1

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El vio al hombre más hermoso que él haya visto con un esmoquin blanco, su hermosa piel, melena de vibrantes rizos castaño y ojos verdes bajo una máscara de seducción. Voz débil y profunda, lo suficientemente profunda como para llamar la atención, pero más dulce que la miel...

- Sin nombres... nada de convencionalismos - dijo el rizado -. No quiero saberlo - añadió cuando él trató de presentarse -. Después de esta noche no volveré a verte, así que, ¿para qué? Ninguna persona que él se llevaba a la cama le había dicho nunca algo así a Louis Tomlinson. Nadie había pretendido de él simplemente una aventura de una noche, y el desconcierto que aquello le produjo fue profundo. Sin embargo el ardor del rizado en la cama pareció contradecir aquellas palabras... hasta que a la mañana siguiente él despertó y comprendió que su misterioso amante había desaparecido llevándose consigo el "anillo Adorata". Louis, sencillamente, no pudo dar crédito al hecho de que un oportunista sin escrúpulos le hubiera saqueado con tan insultante facilidad.

Los recuerdos de aquella desastrosa noche en Venecia, tres años atrás, seguían corroyéndolo por dentro como una herida abierta llena de sal. Louis observó el expediente cerrado y etiquetado con el nombre de Harry Styles sobre su mesa del despacho. Se resistió a abrirlo apresuradamente con la impaciencia de un adolescente y esperó con la autodisciplina que lo caracterizaba como reputado hombre de negocios en las finanzas. Llevaba mucho tiempo esperando aquel momento, podía esperar un poco más.

- ¿Crees que has acertado esta vez?, ¿estás seguro? - preguntó. A pesar de estar orgulloso del éxito de su investigación, a pesar de estar convencido de que había dado por fin con el chico chica, Liam vaciló. El hombre al que había seguido la pista encajaba perfectamente con cada uno de los detalles que le había proporcionado su jefe, pero no podía comprender como Louis, un hombre tremendamente sofisticado, podía haber pasado una loca noche de pasión con el chico de la fotografía...

- Solo estaré seguro cuando usted lo reconozca, señor - admitió tenso. - ¿Acaso dudas, Liam? - inquirió Louis Tomlinson suspirando algo desesperanzado y abriendo la carpeta para examinar la fotografía.

Louis frunció el ceño y su mandíbula se tensó como el granito. Liam palideció creyendo que había vuelto a equivocarse. El hombre de la fotografía llevaba unos vaqueros sucios, botas de goma, gorro de lluvia y una chaqueta vieja con una raja en una manga. No tenía esa belleza seductora.

- Quizá me haya precipitado...

- Se ha cortado el pelo... - lo interrumpió Louis. - ¿Quiere decir que... es el misma hombre? - ¿Se había vestido así para un baile de disfraces? - El signorino Styles estaba dando de comer a las gallinas cuando tomaron la foto - explicó Liam -. Fue la mejor fotografía que pudieron hacerle, no sale mucho de casa.

- ¿Las... gallinas? - repitió Louis divertido, sin dejar de examinar la fotografía -. Sí, es el, sin duda es el... ¡es el ladrón profesional que me engañó!

Harry Styles le había robado el Adorata, un anillo medieval, una pieza de museo, una herencia irremplazable. Los Tomlinson eran príncipes desde la Edad Media, y para celebrar el nacimiento de su primer hijo tenían por costumbre regalarle a su pareja un magnífico anillo con un rubí. No obstante, a pesar de ser una rica herencia de familia y una joya de considerable 1 valor, Louis no había informado del robo a la policía. Aquello había dejado atónito a Liam, que con el tiempo había ido comprendiendo...

Según los rumores, aquel año, durante la noche del baile anual de máscaras del Palazzo d'Oro, habían ocurrido una serie de hechos muy extraños. Para empezar el anfitrión había desaparecido, y si era cierto que Louis Tomlinson se había marchado para seducir a un ladrón con un romántico paseo en góndola por Venecia a la luz de la luna no era de extrañar que no hubiera informado a la policía. Ningún hombre hubiera confesado abiertamente semejante error de juicio y estupidez.

A pesar de las recompensas ofrecidas el anillo no había aparecido. Lo más probable era que el ladrón lo hubiera vendido en Inglaterra, que lo hubiera adquirido algún coleccionista rico que no hubiera preguntado por su procedencia. Liam quedó profundamente desilusionado al descubrir que Harry Styles no era un reputada ladrón.

- Cuéntame cosas de el... - rogó el jefe cerrando de golpe la carpeta. – Harry Styles vive en una casa grande y antigua que ha pertenecido a su familia durante generaciones - informó Liam -, pero su situación financiera es muy calamitoso. La casa tiene una fuerte hipoteca, y él es el único responsable de los pagos... - ¿Quién le ha concedido esa hipoteca? - inquirió Louis.

Liam lo informó de que la hipoteca había sido concedida diez años atrás y de que estaba en manos de una compañía de seguros.

- Cómprala - ordenó Louis -. Continúa.

- Es una persona respetada en los alrededores, pero hemos encontrado a la antigua ama de llaves de la casa, y está dispuesta a airear los trapos sucios.

Los brillantes ojos de Louis se entrecerraron, y su sensual boca se frunció. De pronto volvió a abrir el expediente con una expresión de disgusto y examinó la fotografía con renovada fascinación. Los cabellos del hombre de la foto, sugerían un corte de pelo al rape y descuidado en lugar de un trabajo de peluquero. Tenía un aspecto desarreglado, de completo abandono, pero el brillo de su piel perfecta y la embrujadora mirada de sus ojos resultaba inconfundible. Louis estaba absorto. De pronto se dio cuenta de que no había escuchado en absoluto el informe de Liam.

- ...y si el caballero lo consigue heredará algo así como un millón de libras esterlinas - concluyó Liam.

- ¿Conseguir qué? - inquirió Louis.

- La última signora Brows tenía tres ahijados herederos, pero los tres endiablados - conjeturó Liam. Cuando llegó el momento de disponer de sus bienes en su última voluntad no tenía dónde elegir. El uno vivía con un hombre casado, el otro era padre soltero y el tercero iba por idéntico camino... ninguna de los tres llevaba un anillo de casado, ni tenía esperanzas de llevarlo nunca.

- Me pierdo - admitió Louis impaciente.

- La rica madrina de Harry Styles se lo legó todo a sus tres ahijados con la condición de que se casaran en el plazo de un año.

- Y Harry es uno de esos ahijados que has descrito - concluyó Louis tenso -. ¿Cuál de ellos? – El padre soltero - respondió Liam.

- ¿Cuándo nació su hijo? - inquirió Louis inmóvil, helado.

- Siete meses después del viaje a Venecia. La criatura tiene algo más de dos años. Louis se quedó mirando las musarañas, tratando de mantenerse imperturbable, pero era imposible. ¡Cristo!... de modo que el estaba embarazado de otro cuando hicieron el amor. Aquello no era sino otra injuria más. Fuera lo que fuera lo que el rizado valorara más en su vida se lo arrebataría, le enseñaría lo que significa sentirse engañado y humillado, le haría exactamente lo mismo que le había hecho Harry.

- En cuanto a la identidad del padre... - continuó Liam irónico -... no se sabe. Según parece la gente del lugar cree que el niño es del novio, que lo dejó plantado delante del altar. A sus ojos ese hombre es una rata de alcantarilla. Sin embargo el ama de llaves tiene otra versión. Asegura que el novio no estaba en Inglaterra cuando el niño fue concebido, y dice que lo abandonó porque se dio cuenta de que el bebé no podía ser suyo.

Louis asimiló aquella información en completo silencio.

- Sin embargo no creo que el caballero permanezca soltero mucho más tiempo - añadió Liam -. No con un millón de libras esterlinas de por medio. En la página seis del expediente verá lo que sospecho que está haciendo para tratar de hacerse con el dinero... Louis echó un vistazo al expediente.

- ¿El qué? - exigió saber Louis examinando el anuncio de periódico y la dirección adjunta en la página seis de la carpeta.

- Sospecho que Harry Styles ha puesto un discreto anuncio para encontrar un marido con el que satisfacer las condiciones del testamento.

- ¿Un anuncio? - repitió Louis incrédulo.

Se necesita hombre soltero, tranquilo, domesticado y de buenos modales, sin ataduras y de entre 25 y 50 años, para un empleo en el campo, adonde tendrá que trasladarse. Se trata de un trabajo a corto plazo para el que se garantiza la más absoluta confidencialidad. Abstenerse bromistas, por favor. - Pero esto no es para un marido... ¡es para adquirir un perrito domesticado! - gritó Louis.


La venganza de LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora