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Una mujer, dos hombres, es lo que llegué a contar. Nos taparon la boca y los ojos.
Siento unas manos jalándo la cinta que cubre mis ojos. Cuando me acostumbro a la luz, veo que Daryl está a mi lado, sin las cintas.
Una mujer está parada frente a nosotros. Su pelo blanco está recogido en una colita y está seria. A su derecha se encuentra un tipo alto y regordote calvo todo vestido de negro, a su izquierda un chico jóven, parece de veinte años, o algo así, el pelo castaño, de musculosa y se nota su arma en el bolsillo delantero de su pantalón.

-¿Cuáles son sus nombres?- La mujer canosa seguía seria.
-Daryl.
-Con apellidos.-Dijo el hombre y Daryl lo miró fulminante.
-Dixon.-Dijo serio.

-Abbie Stoned- Noté que el chico me miró fijamente y luego a la mujer.
-Perdón, ¿cómo es tu apellido querida?- Tardé unos segundos.
-Stoned.

Todos estaban en silencio.
-Bien- La mujer juntó las manos y sonrió- hay cosas que debemos hablar.
-Podria empezar diciendonos quienes son y dónde estamos.- Dijo Daryl dando un paso al frente.
-Tranquilo, Daryl, acá están seguros.
-Es como la quinta vez que escucho eso- Miré a la mujer.

-Es un refugio, es una antigua escuela,viven cerca de 50 personas, niños, abuelos, jóvenes. Parecen buenas personas, y pueden confiar en nosotros, se los aseguro. ¿Solo son ustedes?

-Si- Dije casi sin escuchar lo que había preguntado, Daryl se quedó callado.
-Está bien, son bienvenidos, si quieren pueden ver el lugar y luego deciden. Acompáñalos- Miró al chico. Éste nos señaló que lo siguiéramos.
Con Daryl nos miramos y él asintió. Salimos del cuarto y caminamos por un pasillo. Algo era verdad, estabamos en una escuela. Salimos por una puerta principal y salimos a un patio, niños corren por él.
Los árboles están pintados de colores y las paredes están repletas de manos y nombres. Abundan frases como "Nos salvaremos" "Hay una cura" "Basta de guerra, viva la paz".
-Tenemos nuestro grupo de arte- Dijo el chico que nos acompañaba- La mayoría de las mujeres cocina, somos demasiados pero por suerte hay comida de sobra, y la gente es muy amable y colaboradora, por suerte. Los hombres se encargan en su mayoría de la seguridad y custodia del lugar, tenemos puestos de vigilancia en todo al rededor, nunca entró un zombie aquí, pueden ver que los muros están muy bien contruídos, tienen casi 6 metros de alto.- Los muros en verdad eran impresionantes, altísimos y cada unos 100 mt había un puesto de vigilancia.
-Adentro están los cuartos, cada uno elije donde dormir, las parejas suelen dormir juntas, entran diez personas por salón, tenemos sacos de dormir, pero nos conformamos con el suelo.

-¿Hace cuanto están aquí?- Pregunté. El chico se giró, clavando sus ojos celestes en los mios.
-Desde que empezó, Jenef era la directora del antiguo colegio. La señora con la que hablaron hace rato.

No le contesté, ni miré. Solo me quedé mirando a mi alrededor. Los niños jugaban, como si, como si... no hubiese peligro.
Como si todo fuera normal.

El chico tosió: -Mm, bueno, los dejo.- se volvió para dentro.

Con Daryl nos miramos.
-¿Qué haremos?- Él suspiró.

-Esto no se parece en nada a Terminus- Dice mirando a su alrededor.

-¿Qué?- Dije no entendiendo.

-Nada. Nos quedaremos una noche, si todo está bien, avisaremos al grupo.

-El grupo estará esperándonos, tenemos que aclarar nuestras dudas lo antes posible.- Daryl asintió.

Hace un par de horas que ya oscureció. Nos dieron de comer y beber. Lo justo y necesario.
Nos dieron una sala, donde dormiriamos con dos familias más y un encargado de guardia casa noche. Todo parece normal, nadie realiza ningún movimiento brusco, rien todo el tiempo y los niños juegan. No tienen el sistema educativo improviasado que me dijo Enid que tenían en Alexandria, sin embargo, vi un par de chicas de mi edad con unos libros y también algunos adultos.

-Ya deben estar dormidos- Me dice Daryl en un tono muy bajo, lo que me costó entender.
Nos habían indicado una sala que compartíamos con dos familias, estaban dormidos. Sigilosamente salgo de la habitación, el guardia está jugando con un papel en el final del pasillo, no se percató de que salí de la habitación a huntadillas y me escondí en los baños de la planta baja. A los veinte minutos llegó Daryl.
Primero fuimos al gimnacio, donde guardaban los alimentos y las armas. Curiosamente todo mayor de edad podía pasar tranquilamente y tomar un arma. Si, podemos llegar a morir por un chico de dieciocho años o un viejo de setenta. Tienen bastantes alimentos, pero por la cantidad de personas que son, les hacen falta armas. Las que nosotros tenemos. Comida por armas. Hospedaje por seguridad. Lo tomas o lo dejas. Algo tuyo, algo mio. Te doy esto, y vos aquello.
Tenemos bastantes opciones. En la situación que estamos, todos débiles, un embarazo en su punto justo y poca gente, tener un lugar donde dormir y tener seguridad, es nuestra mejor opción.

"Deben tener médicos, los necesitamos para Maggie." - Nos encontrabamos frente a una puerta de un salón con una x dibujada en ella con color rojo, abajo decía Solo personal médico. Estaba cerrada. No lo vimos, no lo sé, pero un guardia nos pasó por al lado, no nos dijo nada. ¿Tanta confianza tenían? ¿No nos preguntaría ni siquiera quien éramos?

-Creo que está bastante bien, salvo lo del guardia, fue algo sospechoso que no nos dijera nada- comentó Daryl mientras volviamos a nuestra sala.
En cuanto me acosté, me dormí.

--¿Les diremos la verdad o qué?
-Nos conviene, si vamos a hacer un trato, vamos a tener que tener confianza.
-Está bien.
Nos dirigiamos a la oficina de Jenef, como llamó a la mujer de ayer aquel chico. Le planteariamos la situación.

"Deberian haberlo dicho, ¿cómo sabremos si podemos confiar en ustedes y ese grupo del que hablan?"
-¿Cómo ibamos a saber nosotros si podiamos confiar en ustedes? Nos ataron y nos trajeron a la fuerza.
"Deben entenderlo, tenemos que cuidar a nuestra gente, el mundo se llenó de asesinos"
-También queriamos cuidar a nuestra gente. Y... lamento decirte, pero todos somos asesinos- Dije.

-¿Cuántos son?- Nos preguntó Jenef, estabamos avanzando.

-Unos trece más. Hombres, mujeres y adolescentes.

Pasaron minutos, que parecieron horas, pero Jenef aflojó.
-Los dejaré quedarse, pero en cuanto haya un problema, los quiero a todos a fuera de mis tierras ¿está claro?-con Daryl asentimos- Los acompañarán dos de mis hombres. Estamos a unos 20 km de donde los encontramos, hacia el norte en linea recta.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2016 ⏰

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Esperanza (CarlGrimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora