Serían las dos de la mañana, Jax volvía de tratar de coger algunas cosas de Marie y por ello había recibido una buena paliza, entró en la casa en silencio y entró a hurtadillas en su cuarto, dónde Marie dormía plácidamente, ella por su parte había pasado el día con Gemma y eso la había ayudado bastante a dejar de pensar en la situación.
Jax dejó la bolsa con cosas en el suelo y se permitió mirar a la morena por unos segundos, para él era la chica más bella del mundo, estaba tan tan enamorado de ella que haría cualquier cosa por mantenerla a salvo, aunque lo sacase de sus casillas y otras veces sólo quería matarla y hacerla callar, su sonrisa, su mera existencia era el mayor agradecimiento que podía obtener. Jax suspiró mirándo a la chica y se golpeó mentalmente por haberla metido en todo, como siempre, ella era otro nivel, no se merecía soportar todo eso. Recordó cuando comenzó a enamorarse de ella, cuando ambos tenían diez años, las veces que le contó a Opie sus planes de ganar mucho dinero e irse con ella a Hawai, según pasaron los años ese plan se hacía más fuerte en la mente de Jax y esa noche, diez años después, cuando le dieron una paliza Mayans escondidos en la casa de Marie, ese plan se volvió su máxima prioridad.
Con cuidado Jax abrió el armario y sacó un pijama y ropa interior.
-¿Jax?-Escuchó detrás de él.
Marie se había despertado al escuchar la puerta del armario abrirse, cuando su amigo se giró su cara cambió, Jax tenía sangre en la cara, una poca en el labio, su mejilla estaba morada y uno de sus preciosos ojos azules también, se levantó de un salto y se acercó a su amigo.
-¿Qué ha pasado?-Dijo con un tono de preocupación importante-¿Y Opie?.
-Opie no ha venido-Sentenció Jax y la expresión de Marie se relajó un poco.
-¿Dónde has ido?-Dijo preocupada y el rubio suspiró.
-He ido a tu casa, a por cosas tuyas ya sabes para que estuvieras agusto y bueno, había Mayans esperando a que llegases y me han pegado a mi.
Marie asimiló la información y se sintió desbordada, había arriesgado su vida para traerle sus cosas, las delgadas manos de la morena escalaron el pecho de Jax y acariciaron sus mejillas.
-No lo hagas más-Dijo Marie y el negó.
-Lo haré cuando sea necesario.
Ella negó y lo abrazó, los sentimientos de Marie se dispararon en su interior, podrían haberlo matado y parecía que le daba igual, acarició su melena rubia y lo miró.
-Vamos que te cure-Dijo Marie pero Jax negó con la cabeza.
-Me curo yo-Dijo y lentamente se soltó de Marie para entrar en el baño.
Marie volvió a la cama y se sentó en esta, esperando paciente que Jax saliera, su corazón iba a desbocarse en cualquier instante; el sonido de la ducha tras la puerta hacía de banda sonora a sus pensamientos horribles sobre qué le podía haber pasado y eso la atormentaba. Escuchó como Jax salía del baño y lo siguió con la mirada hasta que este la miró.
-¿Qué?-Dijo el rubio, Marie pasó los ojos por el chico que estaba de pie frente a ella, era bastante alto y su cuerpo era perfecto, unos pantalones de chándal cubrían la mitad inferior de su cuerpo, mientras que su torso estaba a la vista, Marie era consciente de que tanto Jax como Opie eran chicos guapísimos, y que la mayoría de muchachas la odiaban por ser su amiga.
-Jax no te tienes que ir al sofá si no quieres-Dijo bajando la mirada y jugando con sus dedos.
-A mi me da igual Marie-Dijo encestando la ropa sucia en la cesta que había junto a la puerta y echando su pelo dorado hacia atrás.
-Ven-Dijo la morena haciéndose a un lado, Jax se arrastró por la cama hasta acabar junto a su amiga, se tumbó y miró a Marie.
-Deberías relajarte Marie-Dijo notando en la cara de su amiga los nervios que ella tenía-Se defenderme pequeña-Dijo y Marie negó.
-Pero me da miedo Jax-Dijo tumbándose y arropándose a si misma-No lo puedo controlar.
De repente todas las emociones contenidas se agolparon en la garganta de Marie, y sus ojos se aguaron, se dio la vuelta corriendo y Jax se percató rápidamente.
-Marie-Susurró y como respuesta obtuvo un sollozo, el corazón de Jax se encogió al escuchar a Marie llorar.
Jax pasó su brazo por debajo de la almohada de Marie, su otra mano buscó la de su amiga y la cogió, la levantó y la besó-No llores-Dijo el rubio preocupado.
-Es que no quiero que te pase nada,y esto me sobrepasa y no sé cómo llevarlo-Dijo entre sollozos, ella estaba acostumbrada a dominar la situación y era la primera vez en su vida, desde la muerte de su padre, que ella no podía hacer nada para arreglar las cosas. La morena sintió como su amigo besaba su pelo, estar entre los brazos de Jax siempre le había dado una sensación de seguridad increíble, pero hacía ya que, a esa securidad la acompañaba un vértigo extraño. El calor que le aportaba Jax hizo que se relajase un poco.
-Marie, déjame a mi encargarme de esto-Dijo Jax con un todo suave.
-Es que me preocupo por ti.
Marie apretó la mano de Jax y se encogió aún más en su propio eje.
-Se que es difícil, que te lo he puesto muy difícil-Dijo Jax-Pero trata de vivir tu vida normal, como si no pasara nada-Dijo y sintió cómo su amiga suspiraba.
-No puedo-Dijo-No me importa lo que me pase a mí, sino a ti Jax-Dijo y Jax negó con la cabeza.
-Pues fíjate que eso mismo pienso yo, que no me importa lo que me pase, sino lo que te pase, y si tengo que partirle la cara a veinte mayans para que tu estés a gusto lo haré-Dijo seguro de sus palabras.
Marie no respondió simplemente pegó su espalda al pecho de Jax.
ESTÁS LEYENDO
SAMCRO.
Fanfiction"Si le tengo que pegar un tiro al mismísimo demonio por ti,créeme Marie,lo haré."