Capítulo IV

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Rod Stewarts sonaba en la radio y parecía relajar la situación de tensión que había en el coche, pero la realidad era que eso no lo arreglaba nadie. Marie miraba a la carretera en completo silencio, tratando de ordenar todos los acontecimientos ocurridos y no matar a sus dos amigos en el intento, su respiración era irregular y sus puños estaban tan apretados que se estaba clavando las uñas en las palmas de sus manos. Opie no paraba de mirar hacía atrás con la esperanza de que la expresión hostil en el rostro de sus amigos desapareciera. Del grupo Opie era el más optimista con diferencia, Jax era todo risa y jolgorio hasta que tocaban a sus seres queridos, ahí dejaba de ser el alegre chico que era para convertirse en un verdadero hijo de puta y Marie, bueno, Marie era difícil de llevar, era un encanto, un sol pero al igual que Jax, si tocabas lo suyo podía ser lo peor que te había pasado en la vida. Opie recordó cuando eran mas pequeños y un grupo de niños y niñas se metían con él por ser gordo; Jax casi les parte las piernas a los niños y Marie, sonrió, cambió el champú de las chicas por pegamento permanente, lo que hizo que se raparan la cabeza. Pero Marie no sólo era como Jax sino que encima tenía todo el mal genio del mundo y no dudaba ni un segundo en mostrarlo.

Jax y Marie estaba callados, este miraba a la morena de vez en cuando, pero ella sólo miraba a la ventana, inmersa en sus pensamientos, Opie volvió a mirar por el espejo retrovisor y se cruzó con la mirada de Jax, este miró a Opie y le pidió con la mirada que empezara a hablar.

-Eh-Dijo Opie aclarándose la garganta-¿Luego os apetece salir a tomar una cerveza?-Dijo y Jax se golpeó la frente, Marie se giró y miró a Opie.

-¿Eres gilipollas?-Dijo seca y Jax la miró.

-Relájate-Dijo Opie sin perder los nervios.

-¿Que me relaje?-Dijo elevando el tono de voz.

-Sí-Dijo Jax y la morena clavó su mirada en él.

-Osea-Dijo pasándose la mano por su larga melena-Que por vuestra puta culpa me tengo que ir de mi casa-Hizo empeño en el "Mi"-¿Y pretendéis en serio que me relaje?-Gritó, Opie la miró y siguió conduciendo pero Jax la encaró, aún sabiendo que ella llevaba razón.

-Mira niña-Dijo el rubio-Que sí, que llevas razón pero te relajas-Le gritó Jax a su amiga, Opie escuchó a Marie suspirar y el también lo hizo. Jax y Marie eran muy parecidos, ninguno de los dos quedaban por debajo del otro; muchas veces Opie agradecía ser enorme para poder separar sin problemas a sus amigos, a pesar de la diferencia de altura y de sexo no dudaban en liarse a hostias el uno con el otro.

-Me relajaré si me da la gana-Gritó la aguda voz de Marie y Opie solo deseó llegar a casa de Jax.

-¡No me grites!-Gritó Jax y Opie aparcó.

-¡A la puta calle los dos!-Gritó Opie haciendo que Jax y Marie enmudecieran, Marie salió primero observando el taller de Charming, rodeó el coche para abrir el maletero y sacar su maleta, pero Jax la alcanzó.

-Ya la llevo yo-Dijo Jax cortante, ella sin mediar palabra avanzó a la entrado dónde se encontró con Gemma.

-Oh-Dijo Gemma mirando a Marie-Hola preciosa-Dijo, Marie la miró tratando de ocultar el cabreo que llevaba encima.

-Hola Gemma-Dijo fingiendo una sonrisa, que dio lugar a una mueca tensa como la cuerda de una guitarra.

-¿Qué te pasa?-Preguntó Gemma y Marie señaló a Jax que venía cargado con la maleta de la chica.

-Pregúntale al idiota que tienes por hijo-Dijo y pasó al interior de la casa. Gemma miró a su hijo y Jax le dedicó una mirada de resignación.

-¿Qué ha pasado Jax?-Dijo y el chico golpeó su cabeza con el marco de la puerta en señal de frustración.

-Lo que no quería que pasase mamá-Dijo y Gemma frotó su hombro comprendiendo a su hijo.

-Todo se va a solucionar Jax-Este la miró e hizo un mohín con la boca.
-Encima está insoportable-Dijo el rubio suspirando.
-Anda, ve y le llevas las cosas-Dijo Emma sonriendo-Ella es así y es normal que se enfade-Dijo la madre del rubio, Jax la miró por última vez y entró a la casa, cruzó el pasillo hasta llegar a su habitación dónde Marie lo esperaba sentada en su cama, Jax la miró y esta a él,totalmente seria.
-Voy a hacerte hueco para tus cosas-Dijo Jax trantando de sacar conversación-Yo dormiré en la sala.
Ella simplemente lo ignoró,Jax suspiró, abrió el armario e hizo hueco,luego salió de su cuarto y entró en el salón donde Opie lo esperaba.
-¿Cómo está?-Dijo Opie y Jax se acercó a la cocina y cogió dos cervezas,volvió con ellas y le dio una a su amigo.
-Está enfadada-Dijo Jax tomando un trago y tirándose al sillón-A veces puede ser una niñata-Dijo Jax y Opie sonrió.
-Sabes que se le pasará-Dijo Opie y bebió de su cerveza, Jax suspiró y se masajeó el puente de la nariz.
-Es imposible-Dijo y Opie rió.
-Voy yo a hablar con ella-Dijo Opie y se levantó, se dirigió a la habitación y tocó a la puerta.
-Qué-Dijo y Opie entró.
-Marie soy yo-Dijo y se sentó frente a ella,la morena miró a su amigo.
-Qué quieres-Dijo borde y cortante, Opie puso los ojos en blanco.
-Entiendo que estés enfadada Marie-Dijo frotando el hombro de su amiga con cuidado-Pero Jax y yo sólo queremos que no te pase nada.
-Ya pero...-Dijo y bajó la mirada.
-Y no lo pagues mas con Jax-Dijo lentamente-Yo ahora me voy a casa, habla con él ¿Vale?-Dijo Opie y Marie asintió, el chico besó el pelo de la morena-Mañana te veo-Dijo y desapareció de la habitación, la morena suspiró y se levantó,caminó despacio,masticando y tragando su enorme orgullo. Entró en el salón y miró a Jax hasta que este la miró, le hizo un gesto con la cabeza para que la siguiera, este puso los ojos en blanco cuando la chica desapareció y le hizo una reverencia a la nada, caminó hasta la habitación y se apoyó en el marco de la puerta, mirando a la chica que había frente a él.
-Qué-Dijo Jax y Marie simplemente suspiró.
-Perdón-Escupió y Jax sonrió de medio lado, era cabezona, y que le pidiese perdón era algo extraordinario, el extendió su mano, Marie miró la mano y luego miró a su amigo,luego volvió a mirar la mano y la cogió, Jax tiró de su amiga hacia él y la abrazó, acarició el largo pelo de Marie.
-Todo va a salir bien-Dijo besando su pelo, la morena aspiró el olor de Jax.
-Tengo miedo-Dijo sincera y suspiró, ambos se miraron y se separaron.
-Mira-Dijo Jax abriendo el cajón de su mesita y dejando ver una pistola, Marie se echó hacía atrás de la impresión-Ya sabes dónde está.
-¿Y para que quiero saberlo?-Dijo,aunque ella sabía de sobra para qué.
-Si alguna vez entran, la coges y corres, hay una salida en la cocina y dos coche en la parte de atrás, ni te lo pienses.-Dijo Jax y la morena lo miraba atónita, sus enormes ojos dorados estaban abiertos como platos.
-Yo no sé-Dijo escupiendo las palabras, Jax cerró el cajón.
-Ya te enseñaré ¿Vale?-Dijo suavemente y la chica asintió insegura, miró su reloj-Voy a seguir en el taller, quédate aquí, haz lo que quieras-Guiñó un ojo y sonrió, luego se acercó a Marie y besó su mejilla, lentamente, el pelo de Jax hizo cosquillas en el cuello de Marie, una última mirada entre los dos y Jax se fue.
La morena se sentó en la cama de su amigo y trató de ordenar en su mente todos los acontemientos ocurridos, no podía ir a su casa, sus amigos trafican con droga y armas y ella estaba en peligro sin haber hecho nada. Para colmo estaba empezando a ver a Jax de otra forma, no lo veía como antes, no lo veía como a Opie, y eso la aterraba, sacudió la cabeza dejando caer sus ondas por la cara y dejando ir los pensamientos dejos de ella, se echó en la cama y cuando quiso darse cuenta calló en los brazos de Morfeo.

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