ía sido el mejor en su curso en cuanto a música e historia. Las ciencias no eran su punto fuerte, pero aun así sacaba buenas notas, las lenguas se le daban bien, pero no tenía mucho mérito: se había criado toda su vida a Corea, pero su madre era de Taiwán por lo que hablaba chino mandarín y taiwanés, su padre también era coreano, más su abuela paterna era Japonesa, por lo que también hablaba Japonés fluidamente, y desde pequeño había asistido a clases de inglés. Luego estaban las clases de gimnasia donde, era el segundo mejor, pues el primer puesto era ocupado por su mejor amigo, Choi MinHo.
De quien estaba perdidamente enamorado.
Desde que tenía memoria, con aquel chico alto habían tenido una especie de competición para ver quien era el mejor, eso sí, una competición sana que no dejaron que nunca interfiriera en su amistad. Eran 'enemigos' en la escuela, fuera eran los mejores amigos.
Además, tenían otro amigo, quien era el más inteligente de la escuela, el mejor en cualquier tipo de ciencias. Su nombre era Lee Jinki, aunque sus amigos le llamaban Onew. Era un año mayor que Jonghyun, quien estaba en la misma clase de MinHo pues a causa de un accidente perdió muchos meses de clase y repitió, y dos años mayor que MinHo, por lo que, ya no estaba con ellos en la secundaria pues había empezado con el bachiller en otra zona de la ciudad.
Todo fue bien hasta que Krystal ingresó a su escuela. Había descubierto a MinHo y se pegaba a él como lapa, cosa que no parecía molestar en absoluto al menor de los dos. Cada día pasaba más tiempo con ella y menos con Jonghyun, hasta que al final parecían dos completos extraños compartiendo pupitre en todas las clases. Incluso en gimnasia, que siempre iban de pareja en todos los ejercicios se habían separado.
'¿Dónde está MinHo, Jong?' '¿No viene hoy tampoco?' '¿Acaso habéis peleado?' Eran las preguntas que solía hacerle Jinki al otro, quien siempre se encogía de hombros o respondía con evasivas.
Hasta que un día Jonghyun llegó al tope: iba yendo hacia su salón cuando vio al alto y a la chica comerse a besos en un pasillo. Y MinHo le vio. Cogiendo a la chica de la mano, se acercó a él.
-Estamos juntos, hyung.- le dijo.- ¿Verdad que es genial?
-Por supuesto.- le sonrió, pero de una manera tan falsa que la gente que pasaba por el pasillo se dio cuenta de que mentía, mas no MinHo.- Cuídalo por mí.- le dijo a la chica antes de irse.
-¡Por supuesto oppa!- le dijo.
Y esa misma tarde, Jonghyun desapareció.
Su padre hacía días que le intentaba convencer que se mudara a Escocia, donde vivan sus primo con su novio: Kim KiBum pues decía que tenía que ver mundo.
-¡Papá! ¡Papá!- dijo entrando en su casa.
-¿Qué ocurre hijo?- le dijo saliendo de su despacho.
-Quiero irme con Key. Hoy mismo si es posible.- le dijo, mirándole con los ojos llorosos y suplicantes.
-Claro hijo.- le dijo y le besó la frente, pues sabía que algo le pasaba pero sabía que su hijo no se lo contaría o le mentiría.
Cinco horas después ya estaba en el aeropuerto, con una maleta sin muchas cosas, yendo hacia el avión acompañado por las personas que más le importaban: su madre, su padre y Jinki y los tres habían prometido no decirle a MinHo donde se encontraba, aun si ninguno sabía el porque el otro chico no lo debía saber.
Durmió casi todo el vuelo.
-¿Jong?- le dijo una voz a su lado y al girarse vio a dos chicos, cogidos de la mano: uno rubio y otro peli-rojo que llevaba gafas de Sol.