Negandose al amor

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El fin de semana había llegado Cirilo y Helena se habían marchado a la ciudad con sus abuelos, Matilde había viajado con ellos, en la estancia solo quedaban Mariano, clara y Ramón que se encontraba en su puesto d trabajo como capataz.
El día no acompañaba mucho una tormenta se veía venir a lo lejos y el cielo se oscurecía a cada minuto Clara había pensado quedarse leyendo, quizás llamaría a gloria y hablarían un buen rato pero sus planes se vieron frustrados cuando Mariano golpeo su puerta

 -Hola-

-Hola-

-Venia a preguntarte si quizás ¿ Querías venir conmigo al pueblo? Tengo que comprar algunas cosas y la verdad no quiero dejarte sola-  sin dudarlo la joven respondió que si y partieron rumbo al pueblo.

 Allí permanecieron varias horas, cuando regresaban a la estancia la tormenta se hizo presente y la lluvia cada vez mas copiosa, el limpiaparabrisas no daba a basto con tanta agua que caía del cielo, el barro del camino hacia cada vez mas difícil avanzar se encontraban en el medio de la nada cuando la camioneta se paro, Mariano intento en vano hacerla arrancar pero fue imposible la maquina no quiso responder - ¿Ahora que hacemos?- pregunto Clara preocupada

-¿Te animas a caminar? - la jovencita asintió, cerca de allí había una casilla de vigilancia de la estancia "El Amanecer" Mariano conocía al capataz e iba a pedirle si podían pasar la noche allí, caminaron bajo la lluvia intensa ,el camino estaba cada vez mas lodoso  y se hacia casi imposible trasladarse, Clarita casi cae dos veces, para mayor seguridad el la tomo de la mano se sintió protegida; Luego de un rato divisaron a lo lejos una pequeña construcción - Ya llegamos- dijo Mariano apresuraron el paso y una vez en la puerta golpearon fuertemente de adentro salio un hombre - Juan buenas noches, soy Andrade-
- Don Mariano pase pase- el joven le comento lo que les había sucedido y Juan les ofreció pasar la noche allí - Pueden quedarse en la piecita del fondo no es muy grande pero se van a poder refugiar de la lluvia esta noche- ambos agradecieron, el hombre les dio unas toallas y un poco de ropa seca y los acompaño hasta la pieza, allí les indico cual era el baño, y pudieron observar que solo había una pequeña cama - Yo duermo en el piso no te preocupes- Dijo Mariano al ver la cara de Clara, ella sólo sonrió y se fue a darse una ducha para sacarse el frío y el barro, la puerta del baño no cerraba bien y dejaba una pequeña abertura por la cual el joven pudo observar, sin querer hacerlo, a la joven cuando se quitaba la ropa pensó lo hermosa que era y todos los sentimientos que despertaba en él, quería ir a abrazarla, besarla, sentir su piel, pero ella había sido muy clara "no era el momento", desvió su mirada cuando sintió el grifo de la ducha cerrase, unos instantes después salió Clara vistiendo una camisa y un bombacho de campo bastante amplio para su delgado cuerpo se miraron y sonrieron. Después de que el joven tomara una ducha apareció juan con dos platos de humeante sopa - Bueno les dejo esta cena rica hecha por mi, y algunas mantas más...hoy es una noche muy fría- Era verdad la noche era muy fría ya que el invierno estaba próximo a llegar , y la lluvia parecía no querer cesar, cenaron en completo silencio y después se fueron a dormir, Mariano se dispuso a preparar una cama en el suelo y Clara dijo - Podemos dormir juntos, sino te molesta hace mucho frió no es justo que duermas en el suelo- la cara del joven se ilumino quiso disimular pero fue imposible el solo hecho de sentir su calor lo hacia feliz. Se acostaron espalda con espalda con la lluvia torrencial que golpeaba fuerte el techo de chapa, Clara se durmió inmediatamente , mientras que a Mariano se le hacia imposible pegar un ojo lo único que quería era darse vuelta y abrazarla, escuchar su suave respiración era una dulce melodía para sus oídos. El frió de la noche se intensificaba a cada minuto, Clara no podía parar de templar, en un momento hablo dormida- abrázame -Inmediatamente la rodeo con sus brazos ella se acurruco en su cuerpo y de a poco fue sintiendo un calor reconfortante -Te quiero Mariano- dijo el corazón le salio del pecho - Yo también- respondió mientras depositaba un beso tierno el la cabellera de la joven. Durmieron toda la noche abrazados sintiéndose  cómodos y felices.

 A la mañana siguiente se despertaron la lluvia había cesado y un sol radiante hacia agradable la jornada, Juan los llevo hasta donde se encontraba la camioneta, la sacaron del barro y afortunadamente arranco el viaje hasta la estancia fue muy silencioso,Clara no se sentía bien había algo en su interior que le oprimía el pecho tenia sentimientos encontrados, se sentía culpable a diferencia de Mariano ella no contaba con la aprobación de su marido para rehacer su vida, Él se había ido de una forma repentina, en cambio Marite le había pedido a su marido que buscara un nuevo amor, que fuera feliz, que ella desde el cielo iba a estar en paz si lo sabia feliz. 

La joven bajo de la camioneta y solo dijo - Hasta luego- el joven corrió tras sus pasos y la intercepto en la puerta -¿ Pasa algo Clara?, no dijiste una sola palabra- ella lo miro sus ojos estaban cristalinos tardo unos segundos en responder - Esto esta mal Mariano, necesito que no confundamos mas nuestros papeles vos sos mi patrón y yo la maestra de tus hijos...no esta bien me siento culpable...siento que engaño a mi marido- él la tomo por los hombros y le dijo

  - Nosotros tenemos derecho a volver a ser felices...a volver a enamorarnos...la vida sigue Clara y no puedo evitar sentir lo que siento-

- Perdóname...pero no puedo...siento que no es el momento...siento que traiciono su memoria-
- Te entiendo...pero yo no puedo cambiar lo que siento...vos nos devolviste a mis hijos y a mi las ganas de vivir.


Capitulo listo y con correcciones...tratare de subir el próximo antes del finde. besitos

Curarás mis HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora