Un claro de Luz

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A Tres meses de la tragedia, Clara batallaba entre días buenos y malos, intentaba volver a su vida, pero todo su mundo se había desmoronada y costaba mucho volver a levantarse. Su madre no hacia las cosas mas fáciles estaba todos los días en su casa desde muy temprano hasta altas horas de la noche, la joven se sentía ahogada, necesita escapar, allí en donde antes tenía su hogar era imposible volver a empezar.

No sabía como lograrlo cada día era una tortura, le costaba respirar al ver los recuerdos de su pasado feliz, las horas pasaban sin más, solo miraba por la ventana y hasta llegaba a oír el ruido de las llaves de Darío en la puerta cuando volvía de trabajar, pero justo cuando su corazón comenzaba a latir, la cruel realidad le mostraba que sólo era producto de su imaginación.

Su hermana Gloria, la visitaba seguido pero sin interferir en sus tiempos, ella era 5 años menor que Clara, y era Junto con su padre Alfonso su confidente, su sostén. Una tarde llegó con facturas para el mate, ese día Inés no había ido, al escuchar el timbre Clarita abrió la puerta y allí estaba con su gran sonrisa y ojos chispeantes -Hola hermanita- dijo mientras estampaba un beso en la mejilla de la joven

-Hola Glo-

-Traje Facturas y quiero mate-

Clara preparo la infusión y sentaron en el balcón a compartir un rato ameno. Gloria estaba estudiando psicología, pero quería trabajar, hacia un tiempo que venia buscando empleo pero no podía conseguir nada -¿Me prestas tu compu? quiero ver los clasificados y ver si hay algo- Clara le indico donde estaba la notebook y la jovencita se dispuso a leer los extensos clasificados, en un momento murmuro algo que su hermana no alcanzo a entender -¿Qué?-

-Que no hay nada lo único mas interesante es este escucha: Se busca joven docente entre 21 y 30 años, para institutriz de dos niños de 7 años de edad bla bla bla...lástima que no se me dió por la docencia-dijo irónicamente, Ella no era Maestra pero Clara si, ese anuncio que su hermana le había leído en forma de chiste calo hondo en sus oídos, no dijo nada simplemente le respondió - Ya vas a encontrar algo Glo-.

Después de que su hermana se fue mientras se preparaba algo de cenar, vio la computadora sobre la mesa y pensó: <¿Será una locura responder a ese clasificado?>, prendió la notebook y busco la página que su hermana había leído a la tarde ahí estaba: "Se busca joven docente entre 21 y 30 años, para institutriz de dos niños de 7 años. En la estancia "La primera Dama" ruta 344 km 223. Interesados enviar CV a...", Sin dudarlos busco en unos archivos y encontró su curriculum, lo modifico y lo mando a la dirección de e-mail que figuraba en los clasificados y pensó <Puede ser una oportunidad>.

La mañana siguiente la despertó su teléfono celular sonado, no entendía lo que pasaba, miro la pantalla <<N° DESCONOCIDO>>, Atendió -Hola- del otro lado del auricular la voz aguda de una mujer respondió -Buenos Días,¿Señorita Terranova?, se incorporó en la cama, trato de aclarar su voz

- Sí, ella habla-

-Mi nombre es Matilde Morales, usted nos envió un curriculum por el puesto de institutriz, quisiéramos tener una entrevista con usted ¿Podría ser hoy a las 13:30 hs?-

-Si, dígame ¿dónde? - busco en su mesa de luz una libreta y un lápiz y anoto la dirección

-La esperamos-

-Allí estaré- .

Diez minutos antes de la hora pactada Clara estaba parada en la dirección que había anotado en su libreta a la mañana, sólo veía un portón blanco y unos muros altos que ocultaban la casa, debía tratarse de una familia muy adinerada por las dimensiones del lugar y porque esa parte de la ciudad era conocida como la zona de las mansiones. Toco el portero eléctrico y una voz le respondió rápidamente -hola-, se acercó al altavoz y se presento - Soy Clara Terranova, tengo entrevista con la Señora Matilde Morales -

-Adelante- respondieron desde el otro lado y sonó timbre del portero eléctrico que le daba paso, camino por un sendero de piedra, a los costados la gramilla era verde y perfecta como una cancha de fútbol , la casa estaba al fondo enorme, llena de ventanales, hermosa, en la puerta principal había una señora de unos 60 años, no muy alta, algo rellenita, con el pelo castaño pintado de canas, muy elegante vestida- Señorita Terranova, encantada Matilde Morales- le tendió la mano acompañada de una gran sonrisa,

- El placer es mio señora Morales- Saludo atentamente, Clara se dio cuenta que la mujer había fijado su mirada en la cicatriz del ojo, ni bien pudo trato de ocultarlo con su flequillo, le hizo un ademán permitiendole el paso adentro de la casa y la guío hasta un living enorme, donde todo era color marfil, en unos de los sillones esperaba otra mujer aproximadamente de la misma edad que Matilde, muy elegante, fina y distinguida -La Señora Andrade-

-Clara Terranova un gusto Señora -

-Un gusto jovencita, tome asiento por favor- Clara se sentó en un cómodo sillón

-¿Un té?- Pregunto Matilde, la joven asintió, La señora Andrade tomó la palabra,

- Señorita Terranova, como habrá leído en el anuncio estamos buscando una institutriz, es para mis nietos Helena y Cirilo, mi hijo Mariano enviudo hace tres meses- al escuchar eso sus ojos se cristalizaron y su corazón se estrujo,

- Lo siento mucho- dijo con la voz un tanto quebrada era el mismo tiempo que ella llevaba sin Darío a su lado, entendía a ese hombre, la mujer prosiguió,
- gracias jovencita es una situacion muy dolorosa, por eso la idea de mi hijo es trasladarse al campo donde tiene sus negocios y allí vivir más tranquilo sin tanto recuerdo rondando cerca suyo-
-Entiendo-
-su trabajo seria estar con los niños durante la mañana y enseñarles lo adecuado a su edad, para poder prepararlos para que vengan a rendir y así puedan pasar de grado- Clara escucho atenta cada palabra que la mujer pronunciaba, aunque desde el momento que escucho que esa familia había perdido a la mujer de sus vidas,quiso estar con ellos, en su interior sabía que haber respondido el anuncio no había sido una mera casualidad.
Al llegar a su casa miro a su alrrededor ese lugar ya no le pertenecía, fue a su habitación armo su valija, un bolso de mano con apenas unos recuerdos que se quería llevar y una mochila con varios objetos de uso personal.
Después se dió un baño y se dispuso a escribir una extensa carta.




Curarás mis HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora