Capítulo V Desahogo

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-Amynda ábreme la puerta!

Por favor, quiero ayudarte!

Amynda abrió la puerta y se volvió acostar en la cama. Nuria entro, cerró la puerta y se sentó a su lado;

-¿Qué te paso?

¿Por qué llegaste llorando?

Amynda se sentó y abrazo a Nuria con todas sus fuerzas y dijo;

-Me enamore!

-¿Qué?

-Si me enamore de un miserable que me utilizo, que se burlo de mi!

-¿Cuándo paso y empezó todo?

¿Cómo que se burlo de ti?

-Lo conocí un día antes de la fiesta, cuando me fui a la plaza para poder asimilar que me comprometería con Agamenón. Choque con el por accidente y se creó una conexión o eso es lo que pensé.

El me llevo a montar caballo, me sentí libre como hace tanto no me sentía, me apodo "Mariposa". Ese día nos despedimos y pensé que jamás lo vería otra vez, pero la suerte me llevo a verlo de nuevo en mi fiesta de compromiso.

-¿Qué?

¿Quién era?

-Era el socio de papá, Raul Villavicencio!

-Pero como lo aceptaste, tu prometido es un hombre muy guapo!

-Pero no lo amo!

-¿Qué paso en esa fiesta?

Recuerdo que bailaron juntos!

-Si bailamos hasta cansarnos, me hizo sentir especial, jamás había bailado tanto!

Luego me tomo de la mano y fuimos al jardín, el me dijo que había algo que deseaba hacer desde el día en que me conoció, y antes de que pudiera reaccionar y preguntarle que era lo que deseaba me beso. Fue tan dulce, me cuido. Pero reaccioné y hui sin esperar que pasara algo más

-Entiendo pero ¿Por qué dices que te engaño y te utilizó?

-Entre los arreglos que llegaron esta mañana el de jazmines y claveles era de el!

En ese momento Amynda saco de debajo de la almohada la dedicatoria de las flores y la paso a Nuria. Des pues que Nuria termino de leer dijo;

-El parece que te ama!

-Eso creía yo y por eso fui a buscarlo a la plaza. Al no encontrarlo pregunte a el cuidador del parque si le conocía y este me dijo que si, me dijo que donde se hospedaba y también que este había ido a cerrar el negocio de la compra de una mansión, puesto que había decidido no volver a su ciudad porque se iba a casar.

-Hermana lo siento!

-Me engañó Nuria, me engañó!

Y me arruino la vida!

Era más fácil acostumbrarme cuando mi corazón estaba desocupado!

-Díselo a papá!

-No!

-¿Por qué no?

-Porque lo amo y a pesar de que me engaño no podría permitir que lo apresen por mi culpa!

Nuria la abrazo y la consoló hasta que no pudo mas y se durmió.

Luego salió de la habitación;

-Gimena!

-Dígame señorita Nuria!

-¿El señor se encuentra?

-No señorita!

-Puedes retirarte!

-Gracias!

Nuria se fue a dormir con la preocupación de saber que su hermana sufría y no podía hacer nada para ayudarla.


Amynda y el cofre ocultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora