Al día siguiente fui a la oficina de papá y al entrar al ascensor entró Ben también.
-Hola Amelia, ¿como estás?
-Bien.-Dije sonrojada. ¿Y tú?
-Igual.-Un silencio incómodo invadió el ascensor. Lo vi abrir la boca, pero ninguna palabra salió. Antes de salir:
-Amelia, ¿puedes ayudarme en un nuevo negocio que tengo a cargo?.-Preguntó un poco preocupado. Es que no se me ocurre nada y pues...
-Sí.-Esa pequeña palabra salió de mis labios sin aviso. Él sonrió.
-Muchas gracias, ¿vamos?
Entramos a su oficina. Olía a él, sonreí.
Se quitó su abrigo y lo puso en el perchero. Tenía varios allí.
-¿Piensas traerte aquí el armario?-Dije burlándome.
Él rió.-Es que se me olvidan.
Me acerqué al perchero y cogí un abrigo y un sombrero que había allí. Me los puse y giré dramáticamente. Puse mis manos en forma de pistola y fui hacia él.
-Mi nombre es Bonds, James Bonds.
Él soltó una carcajada. Me senté encima de él y dejó de reír.
-Amel...
-Vamos señor, ponga sus manos arriba.-Su cara estaba seria, o más bien sorprendida. Comencé a reír y me puse de pie.
-No vuelvas a hacer eso.-Dijo serio.
Volví a poner el abrigo y el sombrero donde estaban.
-Lo siento, señor gruñón. Él se rió.
-Estás loca. Los dos nos reímos.
Me senté en la silla frente a su escritorio.
-Bueno, empecemos a lo que vinimos.-Yo me limité a escuchar y ver.
Me explico el nuevo proyecto para la empresa, se trataba de un club para jóvenes dentro de uno de los hoteles. Tenía varias ideas y las tratamos de acordar para que solo quedara una. Me tocó hacer un dibujo de cómo podría ser este local. Cuando terminé él aún estaba ocupado con el ordenador y sus cosas. Me puse de pie y me dispuse a recorrer su oficina. Tenía algunas fotos en una repisa, me acerqué y cogí la de los niños. Supuse que eran sus hijos, sonreí y la volví a dejar allí. Seguí mirando y había una de dos personas mayores, sus padres. Al fondo de la repisa había una cámara. Sonreí y la cogí. Me acerqué a Ben discretamente y le hice una foto. El flash salió y él me miró con cara de enfado.
-Ey.-Se puso de pie y caminó hacia mí sonriendo. Dame eso.-Trató de quitármela pero yo fui más rápida. Le hice otra foto. Cerró los ojos cuando el flash salió. Yo reía a carcajadas, en un descuido me quitó la cámara y empezó a echarme fotos. Yo reía y hacia poses de modelo exagerada. Paró por unos segundos y me miro sonriendo.
-¿Qué?-Paré de posar.
-Eres preciosa.-Sonrío y puso la cámara en el escritorio. Volvió a su asiento y a su trabajo. Mis mejillas ardían y una parte de mi quería morir de felicidad.
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Enamorada del mejor amigo de papá.
Romance¿Qué pasa si tienes dieciocho años y de repente aparece un hombre que te vuelvo loca? No cualquiera, se trataba de Ben Lawyer, el mejor amigo de papá. Ese hombre era amigo de mi padre desde hacía muchos años, desde que yo era pequeña ellos ya eran...