Capítulo 25.

7.9K 365 10
                                    

-Narra Ben-

Después de hacerla mía una vez más, me quedé mirándola. Aún no podía creer como coño había llegado a este punto. Esta niña me volvía loco. Su piel, su pelo, sus labios, su voz...Todo de ella era perfecto para mí. Sonreí al verla plácidamente durmiendo en mis brazos. Sé que es una niña, la hija de el hombre que me llama amigo. Pero no puedo controlar las ganas de arrancarle la ropa cada vez que la veo. Creo que me he vuelto un loco depredador sexual, pero no siento culpa alguna cuando estoy con ella. La volví a observar detalladamente. Mi corazón palpita más rápido. Cerré mis ojos y senté al borde de la cama. No puedo seguir haciéndole esto. No quiero que llegue a quererme más. No puedo seguir haciéndole daño, pero me es imposible alejarme de ella. Escuché un coche llegar, me levante rápido y arregle mi ropa rápidamente.

Bajé las escaleras y entré a la cocina. Escuché a alguien entrar y me di la vuelta.

-¿Ben?-Me di la vuelta y vi a Susan sonriendo.

-Hola Susan-Respondí cordialmente.

-¿Qué haces aquí?-Me preguntó acercándose.

-Tu padre me dejó a cargo de Amelia mientras iba a la empresa.

-¿Se ha portado bien?

-Muy bien.

-Que raro, es una niña muy revoltosa, espero que no te haya causado ningún disgusto.

-Ninguno-La defendí.

-Bueno, ¿me ibas a cocinar algo?-Dijo acercándose.

-Iba a cocinarle a tus padres, pero ya que estás aquí, ¿qué quieres?

-Hagamos lasaña-Se mordió el labio y se dio la vuelta.

No puedo negar que Susan es bastante guapa. Pero es una mujer venenosa. Nada comparado con Amelia. Empecé a sacar los ingredientes para preparar la lasaña mientras Alicia se cambiaba.

-¿Necesitas ayuda?-Yo asentí.

Puse la lasaña en el horno y cuando me agaché a cerrarlo Susan se subió en mi espalda y yo la agarré de los muslos para que no se cayera. Reímos y le di varias vueltas. A la quinta vuelta paré en seco al ver a Amelia allí parada. Su carita me hizo sentirme como el hombre más gilipollas del planeta. La acababa de hacer mía y justo ahora me encuentra 'jugando' con su hermana. Entró sin ni siquiera mirarnos, cogio un vaso de leche y se fue. Al irse bajé a Susan de mi espalda y me alejé un poco serio.

-¿Qué pasa?-Dijo acercándose-¿Ya lo sabes no?

-¿Saber que?

-Ay por favor, Ben.-Se acercó y me acarició el brazo-Todos lo sabemos.

-¿Saber que?-Volví a preguntar.

-¿En serio no lo sabes? Amelia está loca por ti.

-No le encuentro la gracia a eso...-Respondí serio.-Me voy a ver cómo está.

Salí de la cocina y fui a su cuarto y no estaba, miré por la ventana y allí la vi. Salí lo más rápido que pude al patio. Me acerqué a ella sin hacerle notar que estaba allí. Me quedé observándola un rato, ella me miró y me senté a su lado.

-Amelia...lo que has visto no...

-No tienes que darme explicaciones Ben, tú y yo no somos nada.-Su voz se quebró.

-Creo que si te debo una explicación.

-No lo vas a hacer, yo no soy quién para que me digas lo que haces o dejas de hacer con mi hermana. Estás en tu derecho de hacer lo que quieras con quien quieras.-Sus palabras me hacían sentir algo que nunca había sentido.

-Amelia, no quiero que pienses que solo es sexo...

-¿Entonces qué es? ¿Mm?-Dijo subiendo la voz.-¿Hacer el amor?-No pude responderle.-Dime, ¿qué es?-La miré a esos ojos llenos de lágrimas. Negué con la cabeza al no saber qué decir.-Exacto, nada.

-Amelia...-Empezó a alejarse de mi. Antes de que se alejara más la cogí del brazo.

Enamorada del mejor amigo de papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora