Capítulo 8

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El cielo, el aire... no solo él era el que podía hacerme sentir viva, me hacía sentir que nada me faltaba y esa era la realidad; no podía pedir nada más, si esa era la forma de estar a su lado renunciaba a todo, no me importaba cual fuera el costo siempre y cuando no se separara de mí.

Era el momento perfecto para decirle todo lo que sentía por él, nunca me sentí más segura de mi misma.

-Julio.

-¿Si?

-Siento que debo decirte algo,- trate de que la voz no me temblara y que mi cara se mantuviera en un color normal- yo te conocí desde que saliste en algunas entrevistas con tu padre antes de que llegaras a ser el dueño de la empresa, siempre te he admirado y cuando te vi en la conferencia de autismo podría decirse que mi mayor sueño se había cumplido; siempre supe que eras una persona intachable y eso me gusta y me interesa de ti, ahora que te conozco más a fondo he confirmado algo...

-Lo que sea tu solo dímelo preciosa.

-Que tú me....- "Birt, Birt" maldito celular, al diablo con eso... a no es papá- ammm disculpa

-Si... no te apures.

Me levante de la arena y con molestia conteste el teléfono.

-Hola, ¿qué ocurre?

-Luna, espero que ya estén camino a casa tu madre y yo ya casi estamos listos para la cena- ¿La cena? Oh cielos lo olvide.

-A si, ya vamos para alla- Julio se levantó de golpe y su cara de recordatorio me hizo ver que también lo había olvidado

-De acuerdo, no tarden.-Colgué.

-Bien, hay que irnos.

-Sí, el hambre ya se me abrió.

Me levante y me puse la blusa que ya se había secado, me sacudí la arena en mi ropa y lo ayude a pararse.

-Creo que después me dirás el resto, ¿verdad?

-Si es que puedo.

-No, me lo dirás y espero que no exista distractor alguno "otra vez".- Tomo mi mano y le dio un beso.

Así caminamos hasta la cabaña, en el trayecto recolectamos de la arena conchitas y caracoles, me prometió hacer una pulsera o un collar con ellos.

-Así recordaras el día en que te caíste y que tu blusa se atoró y...

-Así recordare el primer mejor día de mi vida.

-Y yo recordare que lo hice para la niña más hermosa del planeta, perdón, del universo.

¡Ayyyy!, yo Luna García, una persona "x" para el mundo estaba caminando de la mano del hombre de sus sueños y a él le parecía "la niña más hermosa del universo", wow creo que en el mundo no había persona más feliz en ese momento. Al llegar a la puerta de la cabaña se arregló la camisa, se sacudió el pantalón y me arreglo mi chonguito feo. Toco y abrió mi mamá.

-Chicos, adelante, se ven hambrientos y para eso tenemos una deliciosa cena.

-Buenas noches señora García, un placer estar en su cabaña, gracias por la invitación.

-No es nada Julio, bienvenido siéntete con en tu casa.

Entramos y en la mesa había platos con fruta, una botella de sidra enfriándose y platos con cubiertos.

-Oye mami ¿dónde está papá?

-Ahora vuelve, fue por el espagueti, y ¿amor por qué no te vas a cambiar? Arréglate y ponte bonita.

¿Cómo estar a tu lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora