Capítulo 11

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Sábado, 8:00 a.m.

Desperté, las ganas de volver a verlo me consumían; él y solo él con su presencia me hacia la persona más feliz del mundo. Revise el teléfono para ver si me había llamado o dejado algún mensaje y... Si, como todos esos días, me dejo un mensaje en el que me decía: "El sol está brillando y está listo para ver tu hermosa sonrisa. Sal de la cama y sorpréndelo. Ten una linda mañana en unas horas más estaré contigo".

No había una mejor motivación que esa, me levante y me puse mis pesqueros con una camiseta de tirantes, obvio que mis tenis, y un chongo. Fui a al comedor y mamá estaba ahí picando un poco de mango para que desayunáramos.

-Hola mi cielo, buenos días. ¿Qué tal dormiste?

-Bien, gracias, ¿tú que tal?

-Igual- me sonrió pícaramente- Me preguntaba ¿Qué usaras hoy por la noche?

-Yo...- cielos, eso no había pasado por mi cabeza- pues, talvez la blusa que me regalaste y unos Jeans, con sandalias y...

-¿Qué? ¡Luna García, estamos hablando de una cena, de un evento elegante!- No pude evitar reírme ante su reacción- Te prestare uno de los vestidos que traje y unas zapatillas no vas a ir como retrato o como vaga. Anda amor, desayuna y tan luego termines vamos para que te los pruebes.

Mi madre siempre buscaba el que me viera bien, disfrutaba eso y sobretodo su compañía, con solo eso me bastaba, siempre que pasamos un momento a solas lo disfrutábamos al máximo, la amo tanto.

-Y bien ¿Cuál te agrada para esta noche?- tenía unos seis vestidos muy elegantes y bonitos, en particular había uno negro que me gustaba demasiado, tenía mangas largas de encaje, los hombros descubiertos y su largo era hasta la rodilla.

-El negro se vería bien, con tus zapatillas plateadas, bueno si es que no las vas a usar o el vestido.

-Creo que has hecho una buena elección, adelante úsalo y toma las zapatillas. Tu padre acaba de mandar un mensaje que en una hora estará con nosotras.

-Oh ¿en verdad? Iré por ellos al aeropuerto- tome el vestido y las zapatillas, salí corriendo- voy a peinarme y a cambiarme, por cierto gracias.

No puede ser, en una hora estaría con mi padre y con el chico más guapo del universo. Llegue a recepción y pedí un auto para poder ir a recogerlos, mostré mi identificación y me dieron las llaves.

Durante el camino me fui lento, haría tiempo para que la hora pasara y al llegar ya se encontrasen ahí, el aire golpeaba mi cabello y la música de A7X sonaba en el auto y yo cantaba a todo pulmón; me adentre tanto en la música que me fui más lento de lo que planeaba y ya había pasado una hora desde que salí del hotel. Reaccione gracias a que mi madre me envío un texto, así que me orille para poder leerlo: "¿Ya estas con tu padre y con Julio?", maldición manejé como tortuga. Arranque de nuevo el auto y pise con todo el acelerador, era lo bueno de viajar sola ya que si iba con mis padres me quitarían la licencia y se infartarían.

Llegue con un pequeño derrape y me estacione, el aire más la velocidad me despeinaron un poco... bueno totalmente. Baje del auto y me amarre una coleta, corrí a la sala de espera y vi que papá estaba sentado en una banca, me acerque a él.

-Papá, ¿cómo les fue? – se levantó y me abrazó

-Hola hija, bien gracias ¿ustedes cómo están?- no pude evitar buscar a mi alrededor a Julio.

-Bien, ¿Dónde está Julio?

-Él se quedó en Mexicali, no podrá venir a la fiesta y creo que se cancelara.

¿Cómo estar a tu lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora