Capítulo 12

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-Julio, la verdad yo no esperaba todo esto pero yo...- un silencio fue invadiendo la sala y ahora la sonrisa de él se borró un poco, tenía que dar una respuesta y creo que me estaba tardando en darla, pensarlo estaba de más y creo que todos esperaban por mi retardo otra que no fuera esta- pero yo no me sentiría más feliz de estar a tu lado, así que acepto.

No había visto una sonrisa más encantadora y unos ojos tan deslumbrantes, se levantó y me abrazó tan fuerte que casi me quedaba sin aliento, me levanto un poco del suelo, me sentía la chica más feliz y afortunada del mundo. ¡Gracias Dios por esta enorme y hermosa oportunidad, el permitirme que mi ídolo y a quien admiraba ahora estaba conmigo! En ese momento me preguntaba a cuantas chicas les había pasado lo mismo. En el salón había una serie de aplausos.

Me bajó, me tomo de las manos y... sus amigos lo jalaron, lo abrazaron y le dieron las rosas, Jesús de su chaqueta sacó una cajita de regalo y se la entregó a Julio, le dio una palmada en la espalda y se alejó con Bibi.

-Toma, sé que no nos estamos comprometiendo pero quiero darte este regalo- abrió la cajita y dentro de ella había una pulsera con un dije de una media luna y en la punta un corazón. Me lo puso.

-Gracias, no debiste molestarte, con esta gran sorpresa lo tengo todo...

-Bien, ahora vamos a cenar.- Tomo mi mano y entrelazó sus dedos con los míos.- Bien ahora que ya pasaron estas dos sorpresas vamos todos a cenar, provecho y nuevamente gracias por su presencia.

Nos sentamos con Jesús y Bibi, los cuales no dejaban de hacernos burla; llegaron los meseros y sirvieron una deliciosa crema de elote, después una sopa de codito con uvas y melón y de platillo lomo asado a las finas hierbas, todo totalmente delicioso. Mientras cenábamos me surgió un par de dudas que tal vez en ese momento Julio me podía aclarar.

-Ammm Julio...

-Dime cielo- Ok, eso me encanto.

-¿Mi padre ya sabía que tú me ibas a pedir, bueno, a dar esta sorpresa verdad?

-Desde luego, creo que te había comentado que durante el viaje hablamos un poco y se lo dije, lo tomo realmente bien.

-¿Pero cómo?

-Me dijo que nunca había visto tan feliz a su hija, y que me tenía mucha confianza ya que no era un vago o un haragán como el último chico que llevaste a su presencia, por cierto eso no me lo habías comentado.

-No era nada formal, y sí fue uno de los más grandes errores de mi vida, pero eso no importa ya. Y ¿quién es la chica que estaba sonriéndote desde la mesa de tus padres?- Jesús dejo escapar una risa que ahogó en un sorbo de refresco.

-Oh si, ella es mi prima, le conté de ti y me dijo que no te dejara escapar, te conoce desde que entraste a la universidad...

-¿En serio?

-Claro, ella también es psicóloga solo que en el área de criminología, ella me dio la idea de todo esto y dijo que no me había equivocado al encontrarme a tan dulce persona.- Solo le sonreí y seguí comiendo.

Mientras todos terminaban, la música cambió un poco y pusieron algo más movido para bailar ya que en la pista se empezaron a prender unos cuantos reflectores de colores y una que otra pareja se dispuso a hacerlo. Yo platicaba con Jesús, ya que Julio fue por un momento a la mesa de nuestros padres, le comentaba que me gustaría un intercambio a otro país para poder mejorar mis estudios y que aparte me gustaría conocer otros lugares.

-Pues yo creo que de eso se trata, de superarnos cada día y además creo que si tú le estas poniendo empeño a tus estudios no habrá problema en conseguir un intercambio.

¿Cómo estar a tu lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora