La Leyenda Más Antigua. [Magia, Acción, Aventura.]

Capitulo. 1 Ikke.

Toda esta historia como muchas comienza desde el principio.
Primero antes de iniciar el relato, les contaré un poco de este mundo.

Todo era normal en un mes de invierno, grades cantidades de nieve caían sobre las ciudades y las adornava con un majestuoso manto blanco... hasta el día en que las puertas se abrieron, "las puertas de Babilonia " como se las llamaba.

Fueron abiertas misteriosamente, sin que nadie supiera por que o quien, 17 años antes del comienzo de esta historia, miles de demonios escaparon y masacraron a centenas de miles de personas.
Hasta que un dia cualquiera fueron detenidos por un viejo mago que según se rumoreaba era capas de destruir ciudades con un movimiento de su mano.

En una semana desterro a los demonios que durante semanas asolaron al mundo
También cerró el mismo Las puertas de Babilonia.

No se sabe con certeza por que ni como, hay muchísimas teorías que nos tomaría horas explicar, pero el mago cerro las puertas haciendo que todos los demonios fueran enviados a su mundo.
Las puertas no pueden ser destruidas con nada y permanecerán vivas por siempre así que no pudo hacerlas desaparecer así como si nada sin importar que tan fuerte sea, por eso sé cree que la encerró dentro de su alma para que no pudiera regresar y ser usada para el mal.

Pero las puertas no son sólo un portal al mundo de los demonios... claro que no, son las puertas hacia todo y hacia nada.
Pueden llegar a cualquier dimensión o lugar, el poder que guardan es infinito y Supremo quien las controle será un Dios con poder sobre todo y todos.
Nadie sabe con certeza que fue lo que hiso el mago y creo que ni yo lo sabré.
Años después pude descubrir parte de lo que paso, pero la totalidad de sus actos dudo que sea revelada.
La historia más o menos comienza así...

Un muchacho caminaba por un viejo sendero de piedra, llevando con el su infaltable bastón, más que bastón era un viejo báculo de madera muy simple. Caminaba tranquilo con un sombrero cubriendo su cabeza, media 1,78 pelo blanco suelto hasta media espalda, como siempre vestía de blanco, con su largo abrigo hasta medio muslo y sus pantalones negros con fundas para sus dagas curiosamente vacíos.
A un paso lento y calmado tan suyo llegó a la entrada de un pueblo, era un pueblo mediano y tranquilo, las casas de piedra rustica de dos o tres pisos se veían por doquier.
Siempre acababa regresando allí, sin importar cuánto viajara, donde fuera o a quien conociera. ¿será que siempre lo consideró su hogar?... francamente no lo dudaba...
Seis meses fuera del hogar, un nuevo récord personal.

Camino a paso lento por las calles con dirección a su bar favorito, no era porque la bebida fuera buena, ni porque tuviera una gran ambientación... en realidad la bebida estaba aguada y la ambientación se caía a pedazos, pero era su lugar favorito, se crió con el tabernero.
Era su padre, el lo encontró en una callejuela junto a dos cadáveres hace 17 años era un huérfano de la apertura, no eran comunes pues los demonios no dejaban sobrevivientes pero el tuvo esa suerte... la suerte de vivir.

Llegó a la entrada de la vieja taberna y se cubrió el rostro con un pañuelo dándose un aspecto de bandido... uno no muy bueno, pero un bandido.

Entró por la puerta doble, como las del viejo oeste, y miro el lugar... en 17 años no había cambiando nada... las mesas con los grupos de amigos jugando cartas, las risotadas y silbidos de los ganadores... también lamentos de los perdedores y uno que otro borracho dormido, a esas horas de la noche todo era normal.

Se sentó en la vieja barra de roble y de inmediato fue atendido por un hombre gordo y barbudo, pelirrojo de unos 40 años con entradas en su cabeza, su espesa y gruesa barba trenzada, Junto con su infaltable sonrisa y ojos marrones le daban un aspecto amigable.

-Que le sirvo viajero?-dijo con su vos amigable.

-deme una de sus aguadas cervezas- dijo sonriendo bajo su "mascara"