Un ultimo deseo.

Un último deseo.

Me sentía algo incomoda, no creo que alla sido por la posicion en la que estaba, mejor dicho era por el lugar en el que me encontraba.

Me esforse, y abri muy despacio mis ojos, no porque hubiera luz cegandome, sino porque estaba cansada, tan cansada que esa simple acción me dejo completamente agotada.

Y entonces vagamente me pregunte ¿Dondé estaba?

¿Qué habia pasado?

Y... ¿Quien era?

Me dí cuenta casi de inmediato de que no recordaba absolutamente nada.

Pero indescriptiblemente sentia una fuerte opresión en el pecho, pesaba y pinchaba ese lugar, poco me daba cuenta, pero era más como si fuera sentimental, culpa y dolor, entonces ¿A que se debía?

No lo sabia, simplemente no lo sabia.

Nisiquiera se me pasaba por la cabeza alguna sospecha sobre algo.

Me coloque dificilmente de pie, recargandome en una pared a mis espaldas, escuchando mis huesos tronarse por esa acción, por algún dolor en algunas partes.

Pero además de eso, sorpresibamente caí en cuenta de que tenia ropa puesta, a pesar de todo.

No lo habia notado, porque sentía mi cuerpo ausente y adolorido, pero era reciente mi hallazgo, y también ese peculiar pañuelo en mi cuello, el cual mantenia esa zona medianamente tibia, porque en ese lugar, oscuro, que apestaba a suciedad, y orina, estaba congelado, como si ubiera bajado el Dios del Hielo, y ubiese cumplido ese simple capricho propio.

Emprendi marcha, hacia donde veia terminaba ese apestoso y congelado lugar, la verdad mi vista estaba completamente borrosa, por ello podría decirse que andaba a ciegas, por lo que al encontrarme a unos pocos metros de la salida, no podia distinguir si era de noche o de día.

Pero una vez sali, sintí el verdadero vacio.

Lo sentí en carne viva, no era agradable, además de que inmediatamente la vista se me nublo, torturandome interiormente, me quede sin las fuerzas inexistentes con las que habia logrado salir de ese estrecho lugar, dejando que mi cuerpo callera al frío suelo, mandandome a la inconsciencia nuevamente.