Capítulo 6: Boxers, la mudanza, la tienda.

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No puedo creerlo. En la puerta de mi cuarto se encuentra un Charlie, vistiendo sólo sus boxers, sosteniendo una bandeja que contiene un plato con ceral y una taza de café a un lado.
Se ve tan sexy y tierno a la vez..

__: No quiero nada.
C: Bueno, si no quieres, me lo comeré yo.- le da un sorbo al café y se sienta junto a mi en la cama.

¿Ya dije que sólo está usando boxers?

__: ¿Por qué no tienes más ropa?- me animo a preguntar.
C: Vamos cariño- dice riendo- ¿en serio no recuerdas lo que hicimos anoche?- me guiña un ojo y empieza a comer cereal.

Ay no, la verdad no recuerdo mucho de anoche. Dios mío, ¿qué hice?... peor aún ¡¿Qué hice con él y no me acuerdo?!

Charlie empieza a reírse, supongo que es por mi cara de desesperación.

C: Tranquila __, no hicimos nada. Pero comprobé una teoría, no te acuerdas de lo que haces estando ebria- Se ríe nuevamente.
__: ¡Eres un idiota!- lo golpeo fuertemente en el brazo.
C: ¡Ouch!... eso descarta mi otra teoría, no sólo eres agresiva estando ebria.
__: Ya calla. Me duele la cabeza y no tengo ganas de nada.
C: Anímate, hoy es sábado y no tenemos que ir a la escuela- alza las manos como en señal de triunfo- así que podemos estar aquí toooodo el día.
__: Tu no te quedarás aquí todo el dia
C: ¿Por qué no? Será divertido. Mira, hasta aprendí a utilizar tu reproductor.- diciendo esto, se dirije al estante y pone música a todo volumen.

Suena Pillow Talk de Zayn Malik y Charlie empieza a cantar con sentimiento, lo cual, me hace reír mucho.
Por un momento me olvido del dolor de cabeza y me uno a Charlie. Parecemos niñas de 9 años en pijamada. Me siento tan plena estando con el.

Me levanta de la cama y empezamos a "bailar", y con bailar me refiero a hacer el ridículo moviéndonos como su tuviéramos alguna clase de enfermedad mental.
Me toma de las manos y empezamos a dar vueltas. En una de esas, el dolor de cabeza regresa de manera fatal y me hace tropezar. Caigo de espaldas al suelo y con un pesado Charlie encima de mi.

Ambos nos empezamos a reír por la situación, y de repente Charlie se recarga en mi cuello. Este hombre pesa mucho comparado a mi pequeño cuerpo, pero no tengo la mínima intención de quitarlo.
Nos dejamos de reír y Charlie posiciona su cara justo frente a la mía, estamos tan cerca que puedo sentir su aliento. Un aliento sabor a cereal frutal, pensarlo me hace reír y siento que Charlie está cada vez más cerca. En este momento siento sus labios rozar los míos, me empiezo a dejar llevar por la situación...

M: ¡¡___!! ¿Estás en casa?

__: ¡Ay no! ¡es mi mamá!- Digo en voz relativamente baja hacia Charlie.

Ambos abrimos demasiado los ojos. Pero el sigue encima de mi, así que, sin pensarlo, impulso mis piernas y lo quito de mi.

C: ¡AAAGH!- dice al caer, creo que me pasé.

Su caída hace un fuerte ruido así que escucho que mi mamá empieza a subir las escaleras.

M: ¿Estas ahí? ¿Con quién estás? Me estas preocupando ___- dice en un tono para nada parecido al que siempre tiene.
__: ¡Estoy bien!- Por fin puedo gritarle- Esperame un poco, me estoy cambiando.
C: ¿y ahora qué hago?- dice con un tono de preocupación pero muy divertido
__: Métete al baño.
C: Como mande señorita.- se da la vuelta y entra al baño de mi habitación.

Mi mamá empieza a tocar la puerta, gracias al cielo esta cerrada.

M: Abreme __ me tienes preocupada desde ayer, tengo que hablar contigo
__: Ya voy.- me dirijo a la puerta para abrirle.

Tomo la manija de la puerta y, justo antes de abrirla, veo la ropa de Charlie regada por todo el cuarto. HOMBRE TENÍAS QUE SER.

M: ¿Hombre? ¿De qué hablas? ABREME AHORA SEÑORITA- Genial, lo dije en voz alta y ahora mamá está gritando.

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