Capítulo 13: Mesera, La llamada, Charlie.

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__: ¿Qué haces aquí?- digo mientras abro la puerta- Oh, lo siento mucho, eso fue grosero pero... ¿me seguiste?
A: Yo ammmm... no pude evitarlo, perdón
__: No te preocupes Alejandro, pasa, pero eso es muy extraño ¿sabes?

Ambos nos sentamos en mi cama, ya que el sillón es un desastre y parece que va va explotar

A: Mucha gracias, en serio perdón pero cuando te fuiste vi que entraste a este hotel y supuse que no eres de la Ciudad así que quise ver en qué podía ayudarte- está algo nevioso y su voz tiembla un poco
__: Atinaste, no soy de la Ciudad, y pues muchas gracias por tu ayuda pero... creo que no la necesito
A: ¿no la necesitas? ¿segura? ¡Estas en el peor hotel de toda la ciudad!
__: Es que... no podemos... pagar algo mejor- digo desanimada, Alejandro se sienta más cerca de mi
A: Por eso vine a ayudarte, todos piensan que este es el más barato, pero no. Hay uno mucho más barato a unas pocas cuadras y está mil veces mejor que este.
__: ¿en serio?
A: Así es. Si quieres yo puedo llevarte a que lo veas
__: No gracias, no puedo salir de aquí. De hecho, me escapé en la mañana para poder desayunar.
A: ¡Dios mío!- dice mientras se levanta asustado- dime que tu novio no te tiene aquí cautiva y venderá tus órganos en el mercado negro
__: ¿Que? ¡Por Dios, No!- digo riendome muy fuerte- nada de eso...
A: Gracias al cielo- se sienta de nuevo- entonces ¿por qué estás aquí cómo prisionera?
__: Pues, verás....- empiezo a contarle toda la historia de la enfermedad de mi papá y cómo fue que llegamos aqui-... y pues mi mamá no me deja salir, dice que puede pasarme algo.
A: Entiendo, vaya, es muy complicado. ¿Entonces llevas una semana sin poder comer bien?
__: Así es.
A: Ahora entiendo todo.
__: Por favor, no me digas que me veia muy hambrienta. Que vergüenza.
A: A decir verdad, cuando abriste el menú vi cómo querías comerte hasta las imágenes, por eso me sorprendió que pidideras sólo esa pequeñísima orden de Hotcakes, ahí supe que algo andaba mal.
__: Que pena- digo agachando la cabeza
A: No hay por qué apenarse, el hambre es normal si no comes bien durante mucho, y nadie tiene que pasar por eso. Y si puedo ayudar, lo hago. Por cierto, te traje algo de comer- saca unos paquetes de comida de una bolsa que traía
__: Oh por dios- digo sorprendida, este hombre es excepcional- ¡eres un ángel!
A: Neh, soy Alejandro.

En los paquetes viene un poco de sopa, carne asada, ensalada y agua de guayaba.
No lo pienso y empiezo a comer, lo necesito.

A: Pero oye, no sé tu nombre aún- dice mientras me observa comer
__: Oh si- tengo la boca algo llena- Mi nombre es ___
A: Que lindo nombre.
__: Gracias- doy el último sorbo a mi agua, creo que comí muy rápido.- pero ya hablé mucho de mi. ¿qué me dices de ti?
A: Pues me llamo Alejandro Rodríguez, tengo 19 años, tengo un pequeño restaurant con mi madre, y estoy sentado en un horrible hotel con una chica muy linda que come como bestia
__: ¡Oye!- le doy un pequeño golpe en el hombro mientras me río
A: Y, al parecer, tiene muchas fuerzas- dice mientras se soba el hombro.
__: Que delicado... ¿y estudias?
A: No por ahora. Hace dos años falleció mi papá y tuve que dejar de estudiar para ayudarle en el negocio a mi mamá.
__: Oh... lo siento mucho por tu papá.
A: Gracias. En ese momento nos la vimos muy duras y pues tuve que entrar a trabajar con mi mamá porque no podíamos seguir pagando meseras o meseros, pero eso ha cambiado.
__: ¿Ah?
A: Sé que necesitas dinero... y nosotros necesitamos meseras... ¿qué te parece trabajar con nosotros? Así puedes ayudar a tus papás también
__: Es... ¿es en serio?- no me lo creo, es demasiado para mi- Pero yo nunca he trabajado, ¿qué tal si lo hago mal?
A: Oye tranquila, nadie nace sabiendo. Yo te enseñaré qué y cómo hacer todo ¿qué te parece? Así podrías cambiar de hotel y comer mejor
__: ¡SÍ! Claro que quiero. Si me ayudas, claro.
A: Claro que te ayudaré. Te espero mañana a las 9am en la entrada del R&R
__: Ahí estaré, ¡gracias!- Lo abrazo fuertemente- Ay no, lo siento, me dejé llevar- me quito rápidamente, ahora Alejandro está rojo
A: Si bueno... mejor me voy, ser el único mesero no es fácil. Te veo mañana.
__: Pronto ya no serás el único mesero- digo sonriendo mientras le abro la puerta- Muchísimas gracias por todo.
A: De nada, hasta mañana
__: Hasta mañana- cierto la puerta

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