Capítulo 1

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       Mis párpados parecen estar pegados, tengo un dolor al querer abrir los ojos, un pequeño piqueteo se hace presente. Por más que trato y ordeno a mi cuerpo levantarse de la cómoda cama, éste no responde. A eso sumémosle el frío que cala hasta los huesos, esta mañana no podía empezar mejor.
       Como puedo abro los ojos y miro el reloj que cuelga de la pared blanca de mi derecha. Se hace tarde para el instituto, tengo nuevas clases y no debo faltar, casi siempre dicen cosas que ayudan en el primer día, o dejan proyectos para el final del curso, y si no voy, no me entero. Me siento estúpida de solo pensar en quedarme en cama, fingir que estoy enferma y huir de mis obligaciones.

       —¡Rayos!

       Me levanto de la cama y salgo corriendo a trompicones hacia la ducha. Ésta dura menos tiempo que lo habitual. Me visto rápidamente, paso dos veces la secadora por mi cabello que me llega hasta la cintura, finalmente me pongo mis zapatillas deportivas, tomo mi mochila que está en la silla de mi pequeño escritorio y salgo disparada de la habitación.

       —Lo siento, Jade. Me quedé dormida y no he preparado el desayuno —La voz de mi madre se escucha desde la cocina.

       Llego con ella y veo que aún no se ha quitado la pijama y el cabello lo tiene medio revuelto... es raro verla así. Ella siempre a estas horas debe de estar radiante, con un vestido hermoso y el maquillaje perfecto para ir a su trabajo.

       —Está bien, mamá —Digo finalmente, dejando de crear suposiciones del por qué de su aspecto—. Voy tarde al instituto, ya tengo que irme —Ella hace un gesto de disgusto pero no dice nada.

       Me acerco y le doy un beso en la mejilla. Comienzo a trotar hacia la puerta para irme.

       —Jade, hoy no trabajo —Dice y me freno un poco para prestarle atención.

       —Qué bien, mereces descansar —Le dedico una media sonrisa y ella me la devuelve.

       Aunque mamá trabaja para sus propios lujos también aporta dinero para el hogar. Mi padre es el que se encarga de la mayoría de los gastos, trabaja en Inglaterra. No estamos con él porque en realidad ellos dos no se llevan de lo mejor. Me parece que habían hablado de un divorcio hace meses, obvio ambos me lo ocultan y no entiendo porqué, pero hasta hoy en día, nada que hacen legal su separación. Mientras tanto, me quedo viviendo con mi mamá en San Francisco, California.

       —¡Jade, iré por ti al instituto! —Grita mientras yo salgo de la casa.

       —¡Te espero! —Respondo al cerrar la puerta tras de mí.

       El instituto me queda a diez minutos de casa si me voy corriendo y tomando atajos que un auto no puede tomar, faltan quince para las siete de la mañana, voy bien para llegar justo a tiempo.
       Estoy nerviosa, sí, eso es. Cómo no lo estaría, mi último semestre y me voy a la Universidad, una vez allí me quiero graduar en pediatría, adoro a los niños y estoy segura de mi decisión.

       —¡Jade! —Grita Jessica, mi mejor amiga, deteniendo el auto frente a mí— Sube.
      
       Obedezco y echa a andar el auto hacia el instituto.

       —¿Qué tal las vacaciones? —Dice Jessica mirándome con una sonrisa que dice: «¿Algún chico?»

       Suelto un bufido de clara irritación.

       —Sé qué es lo que piensas.

       —Si ya sabes entonces dime —Ella sonríe con malicia.

       Me mantengo en silencio unos segundos y siento como el rubor me llega a las mejillas.

       —Nada —Admito con poco interés.

NUESTRO ÚLTIMO DÍA H.S. [Sin Correcciones]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora