Eran las 7am, tomo su maleta que solo tenía unos viejos short de playa, unos jeans y unas remeras (en su mayoría de mangas largas), tomo el pasaporte y se tomo un taxi hasta el aeropuerto, allí dio vueltas observando todo como si fuera un mundo nuevo, sintió que tal vez ese podría ser su lugar, pero se resigno rápidamente ¿Qué sabía él de pertenecer a un lugar? Nada.
Cuando llamaron de su vuelo para el embarque se dirigió a él e hizo una extensa cola para subir, se sentó en el asiento que le tocaba de lado a la ventana A12, minutos después el avión despego y vio como el mundo se hacía más y más pequeño, hasta que solo se divisaba cielo azul y nubes blancas, un sentimiento de paz comenzaba a invadirlo cada vez que se alejaba del pasado que había dejado que lo definiera. Fue un vuelo de 6 horas, al desembarcar y con la valija en mano se replanteo si era una buena idea, pero espanto el miedo que había en él, necesitaba esto, no lo iba hacer por nadie, lo hacía por él.
Al salir del aeropuerto observo el hermoso paisaje que se abría ante él (aunque solo fuera algo urbano) aprecio los autos que corrían por la vereda, los taxis blancos, y los edificios que ni siquiera eran tan altos, se tomo un taxi hasta la pequeña cabaña que había alquilado, él chofer le recomendó alguno lugares a los que ir y él asintió en todo momento, esa persona no le importaba si el estaba roto por dentro o qué, para esa persona el era alguien más con quien charlar.
Una vez instalado en la cabaña observo la playa, apenas había gente, era un día despejado y observó el diario que aún lo acompañaba, tomo una lapicera y escribió:
Los demonios en mi interior,parecen darme un respiro.
Reid.
Se puso el short de playa y bajo con la remera de mangas largas y bajo a la playa, tenía vergüenza de que alguien juzgara las cicatrices de sus brazos, esas que alguna vez le hicieron sentir tanta tranquilidad, se sentó en el arena caliente y observo el mar, las olas rompiendo y como se deshacían en la orilla, estuvo una hora sentando hasta que se armo de valor para entrar en el mar, se saco la remera y corrió hasta el agua, el corazón se le encogió era una especie de anhelo y alegría a la vez, no sabía lo tanto que había extrañado hasta que se encontró dentro del mar y sus lágrimas se mezclaron con las del mar.
Flashback
-Reid Williams -grito su madre- ven aquí te ahogaras -su madre corría detrás de un niño de cinco años que reía, mientras más se acercaba al agua.
-Mamá -gritaba Reid mientras saltaba salpicando agua salada y arena mojada en la orilla del mar y su madre le sonreía.
-Cariño, es hora de irnos, pronto anochecera -cargo al niño en sus brazos y se acurrucó en ellos mientras ella le cantaba
Mi cielito lindo, no dejes que la maldad del mundo oscurezca tu bondadoso corazón,
Mamá sabe que algún día la vida te pondrá aprueba y tu debes vencer.
Eres mi gran vencedor.
Le beso la cabeza y bajo a Reid quien corrió hasta su hermana a mostrarle un caracol color violeta que ya le había mostrado más de cinco veces pero su hermana seguía estando emocionada, aunque solo amaba la felicidad de aquel niño.
Fin del flashback.
Reid nado en el mar, mientras la sal cicatrizaba alguna herida abierta y el sol quemaba su piel que ya se había vuelto casi blanca por la falta de sol en tanto años. Salió casi dos horas después del agua y se tiro en la arena usando su remera de mangas largas como almohada y dejo que el sol lo abrazará, llego a odiar en el hombre que se había convertido, pero esta vez no lloró.
¿Quieren más de la perspectiva de vida de Reid?
