-Bueno pues...ya me voy...-Decía Malia con pena en sus palabras.
Durante los últimos días, se intentaba convencer de que solo sentía aprecio por Jack, y al parecer, después de tanto repetirselo, se lo acabó creyendo.-Sabes que no quiero que te vayas Malia.-Para Jack, era difícil ese momento, pero sabía que, al fin y al cabo, como todo lo que le pasaba últimamente, lo acabaría superando.
-Te quiero Jack, gracias por estos días. Ahora si, me tengo que ir.- El taxista se bajó del coche, y, para su sorpresa, era el mismo señor que la había llevado el primer día al apartamento.
Se empezó a asustar, no quería volver a estar 30 minutos en el espacio minúsculo del coche con él, se quería bajar, ir con Jack, pero, iba a contrareloj, cada minuto valía oro, y no podía desperdiciarlo.
Malia miraba asombrada el paisaje que la rodeaba, el día que llegó, llovía y no se podía apreciar los bosques que tenía a cada lado de la carretera, por la que no pasaban demasiados coches a esas horas de la mañana.
-Con que Malia...-Dijo el taxista con una sonrisa de medio lado.
-¿D-De qué me conoce?-Dijo esta asustada.
Se había metido en el coche con un integrante de Stiles company.