Jueves
Querido diario:
¡Esta bien, está bien! Voy a intentar dar una puta explicación sobre el conejo. Para comenzar, creo que nadie me ha dado el pinche crédito suficiente por haberlo metido a través de la entrada para gatos. No fue jodidamente fácil. Déjenme decirles que tardé cerca de una puta hora en hacer pasar ese conejo de mierda por el pequeño agujero. No mames, estaba gordo a más no poder. Parecía más un puto cerdo de mierda que un conejo... si quieren mi jodida opinión pue.
Pero a nadie le importaba lo que yo pensara. Estaban como locos.
-¡Es Bolas peludas! -chilló Diana -. ¡Es Bolas peludas, el de la vecina!
-¡Rayos y centellas! - dijo el padre de Diana -. Sí que estamos en problemas. ¿Qué vamos a hacer ahora?
La madre de Diana me miró fijamente.
- ¿Cómo es que un gato pudo hacer eso? -preguntó -. Digo, no es como un pajarito, o un ratón, o cualquier otra cosa. Ese conejo es del mismo tamaño que Rabito. Los dos pesan una tonelada.
Lindo. Muy Pinche lindo. Esta es mi puta familia. Bueno, es la puta familia de Diana. Ustedes entienden, ¿no?
Y Diana, por supuesto, alucinó. Estaba frenética.
-Es horrible -gimoteó la chica-. Horrible. No puedo creer que Rabito haya podido hacer eso. Bolas peludas fue nuestro vecino durante años y años.
Es cierto. El puto de bolas peludas era un pinche buen amigo, mi compa. Lo conocí bien.
Ella se volvió hacia mi
-¡Rabito! Esto es el colmó. Ese pobre, pobrecillo conejo. ¡Míralo nada más!En verdad Bolas peludas se veía un poco desastrosado, lo admito. O sea, no mamen, estaba casi todo cubierto de jodido lodo. Con unas cuantas manchas de pasto, supongo. Y un poco de hierba y unas mierdas pegadas en el pelaje; una puta raya de aceite en una oreja. Pero nadie que sea arrastrado por todo un jodido jardín, luego por una cerca de setos, por otro pinche jardín y a través de una entrada para una gato bien diva como yo recién aceitada, se ve al final como si estuviera a punto de salir a una jodida fiesta.
Y al puto de Bolas peludas no le importaba cómo se veía. Estaba echo mierda, osea... muerto.
Sin embargo, a los demás sí les importaba. Y de qué puta manera.
-¿Qué vamos a hacer?
-¡Ay, esto es espantoso! La vecina nunca nos volverá a hablar.
-Debemos pensar en algo.
Y eso hicieron. Tengo que admitirlo, fue un Jodido plan, super mega brillante y pendejo a la vez... desde donde lo miren. Primero el padre de Diana fue a buscar una pinche cubeta de nuevo y la llenó con agua jabonosa tibia. Mientras hacía esto me lanzó su puta miradita, tratando de hacerme sentir culpable por haber tenido que sumergir sus manos en el jodido viejo Líquido Mágico dos veces en una semana. Yo sólo lo miré con cara de "vete a la verga, pinche viejito ".
Luego la mamá de Diana metió a remojar a Bolas peludas en la cubeta, y me dio una pinche risa cuando vi eso. Despues le dio un agradable baño de burbujas y lo enjuagó. El agua tomó un sucio jodido color chocolatoso (todo ese lodo); luego, mirándome como si fuera mi puta culpa, arrojaron el agua por el lavadero y comenzaron otra vez con sus putas nuevas burbujas de jabón. Diana hacía las burbujas, por supuesto... siempre esta baboseando.
-Deja de hacer eso, Diana -dijo su madre-. Me pone de nervios. Si quieres hacer algo de provecho, ve a buscar la secadora de pelo.
Así que la idiota de Diana subió por la escalera, todavía llorando a gritos.
Yo me senté encima del refrigerador y los observé con mi cara de orto. Tomaron al pobre de Bolas peludas y lo volvieron a meter en la cubeta. ¿Por qué no lo meten de una vez a la lavadora?, coño.
Bueh, ¡menos mal que ya estaba muerto! No le habría gustado ni una mierda toda esa lavandería.
Cuando el agua finalmente corrió clara, lo sacaron y lo escurrieron. Luego lo pusieron sobre periódicos y le dieron a Diana la secadora.
-Ahora es tu turno -dijeron-. Que quede bien esponjoso.
Déjenme decirles que de inmediato puso sus putas manos a la obra. Esa idiota de Diana puede ser una babosa retrasada, pero aveces llega a ser una puta mujer brillante por la manera en que lo esponjó. Les aseguro que nunca vi al puto de Bolas peludas lucir tan jodidamente lindo antes, y eso que vivió al lado durante años y años, y que lo veía todos los días. Creo que lo amaba.
¡Rabasl is real! Okno
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El diario de un gato con cara de orto.
HumorEste diario es narrado por mi gato Mario Rabito Ernesto de la Real Costilla. Es grosero, muy zorra y amargado. No le gusta la papa y perrea en las noches fuera de su barrio. Este libro no me pertenece, es la adaptación de "El diario de un gato asesi...