He aquí el comienzo de esta nota. Una nota de mi para ti. Quisiera poder decir que leerias la misma en el transcurso de alguna madrugada. Como aquellas madrugadas. Esas en que tus manos navegaban enteramente mi cuerpo. Esas en que me movía molesta por tu apego. Como de costumbre. Tu brazo cosquillea por el tiempo que lleva acariciando mi pelo: me pides que cambiemos. Sabes que adoro esa tranquilidad que me brinda esa acción, que seas tú. Pero aquí voy. Cojo mi mano entre sueños y acaricio esa melena que tanto te caracteriza. Logro quedarme dormida antes que tú. Como de costumbre. Despierto con la paz interior que siente un corazón correspondido. Y así, durante años. Hasta ayer. Me falta calma; me sobran razones para correr a buscarte.
Aquella risa.《Aquella risa》. Que locura enamorarse así. Que locura sonreír así. ¡Cuánta desvergüenza! ¿Como osas sonreír así, andar así por la vida? Sonriendo. Irradiando sinceridad. Hablando con la mirada. Ese eres tú, amor de mi vida. Has caminado junto a mi, durante tanto tiempo, que parece muy lejana aquella vez, aquella noche, cuando te conocí.
Cuando te conocí. Eras más del doble de quien eres hoy. No me resigno y me prohibo, me niego a aceptar que no eres el mismo. Porque lo eres. Eres el mismo. Hoy con tus defectos multiplicados por mil, y de tus virtudes creo que solo existe un tercio de ellas.
Cuantas veces he querido viajar al pasado. Que ha sido mi deseo durante los dos últimos cumpleaños, navidades, etc. Pero ni viajando, podría evitar lo inevitable. Y es que, ¿qué es lo que haces, qué es lo que puedes hacer cuando amas a alguien pero no lo soportas? no soportas su histeria, sus cambios. Eso no es amor. Y comienzas a dudar. He prometido desde el primer día jamás separarme de ti. Tú igual. Pero.. ¿lo entiendes, verdad? Tiene lógica: "abandonaré al amor de mi vida luego de dos años a su lado porque estoy harta de su deslealtad y falta de compromiso. No volveré a buscarle. No intentaré coser el roto nuevamente, si ya he comprobado que vuelve a romperse fácilmente. No gritaré con intenciones de ganar una batalla con la necedad de mi lado. No haré nada de ello". Sonará más fácil, la maldita idea de darte la espalda y salir corriendo de aquel lugar que fue nuestro tantas veces; aquel lugar donde me hiciste mujer y yo te hice hombre. No lo has olvidado, ¿verdad? sé que nunca lo harás, confío en ello. Vuelvo a ese momento en mi mente tantas veces como puedo. Yo no quiero olvidarlo. Aún no. No sé si algún día querré. De todas formas me recordarás y no solo por las fotos; cariño, tu sabes de qué hablo. Cuantas fotos, cuantos momentos plasmados. Nada tan real como mis propios recuerdos, que invaden mi piel cada tanto. Debo confesarlo: a veces quiero simplemente fundirme en tus brazos, sin motivos ni preguntas. Todo ha cambiado tanto desde que no estás, pero no para mal. Solo es distinto ahora.
Concluyendo, creo que mi vida ha dado un giro de 360 grados, es decir: estoy justo donde empecé, pero sin ti. 360 grados. 360 horas desde que comencé a pensar en ti como un simple y bello recuerdo. Algo cambió. Y tengo el valor de decirte, cariño, que tal vez, no seas tú el amor de mi vida.
Atte: La primera en tu vida.