¿Ella?
Ella era Aries.
Y se sentía orgullosa de serlo.
Incluso cuando todo le salía mal.
Incluso cuando acababa de tirar su helado en la pulcra camisa blanca de quién se enteraría más tarde era su nuevo jefe.
-lo siento-dijo con una sonrisa sincera , y por qué no , coqueta.
Pero él ni siquiera la miro.
Intentaba limpiar de su camisa.
Aries rodo los ojos, vamos era solo una camisa, ¿había que ser tan maleducado?
-si quieres yo te ayudo...-insinuó ella , tomando un mechón pelirrojo. ¿Acaso no era ella un ángel? Era preciosa y amable , ¿por qué el idiota ni siquiera la miraba?
-no será necesario , te enviaré la nota de la tintorería , ¿Cuál es tu nombre?-vaya! Sabía hablar.
-perdón-dijo ella inflando sus cachetes. No pagaría nada. Ellos pagaban por ella , no ella por ellos.
-ya he dicho que no importa , dame tu nombre y sal por favor -
-¿Cómo me vas a encontrar solo con mi nombre?-
-es obvio que trabajas en esta oficina, si me das uno falso , investigaré quién eres y será peor-
Aries bufo , vaya que este tipo le caía mal.
-mi nombre es Aries, ahora yo tengo que saber el tuyo-dijo ella tajante.
-no hay razón para que te lo diga, ahora sal , me estás incomodando-dijo el sujeto dándole la espalda.
Ella no se iría así de fácil. La estaba retando, ella no era tan fácil.
-no lo haré hasta que me digas tu nombre-dijo ella y se sentó en el piso.
Estaban en la oficina de el. Aries había entrado por error.
Solo había una puerta. Y Aries estaba sentada ahí, impidiendo que él pudiera salir.
-¿de verdad?-preguntó el , su tono era indignado-¿Acaso eres una niña?
Aries levanto la mirada furiosa.
Pero vaya que se dio una sorpresa. Frente a ella estaba lo que ella llamaría "un príncipe oscuro".
Desprendía un aura oscura , con su porte elegante. Mirada gris , tan seria que parecía la de un anciano. Rizos oscuros. Facciones afiladas.Vaya que era su tipo.
-mi nombre es Capricornio-dijo el dejando de mirarla, parecía en extremo incomodo-ahora vete-
Aries sonrió, consiguió lo que quería.
-volveré , por cierto , me debes un helado-sonrío de manera cómplice y salió de su oficina.
Sentía euforia en sus venas. Vaya que era sexy el nuevo jefe.
-¿Por qué tan feliz?-preguntó el a sus espaldas.
Ella se giró , ¿por qué había salido detrás de ella?
-no lo sé-
El la miro como si estuviera loca.
-en ese caso , has el favor de moverte , estorbas-dijo el mirándola con desagrado.
Ella abrió los ojos con sorpresa. ¿Acaso era gay?
Ella se acercó con pasos seguros.
-¿Te pongo nervioso?-susurro ella.
Y por primera vez ella pensó en el calentamiento global.
El sonrió.
Y se acercó a ella con seguridad.
La tomo por los hombros y susurro:
-te sentaste en el helado, y eso no me seduce mucho, tal vez en otra situación...-dijo y se alejó con una sonrisa sarcástica.
Aries destrabo su mandíbula.
-maldito idiota....-
Avergonzada corrió al baño.
¿El?
Él era un maldito.
Él era Capricornio.