Capricornio

Cuando el fuego consume

¿Qué es lo más hermoso de amar y ser amado?
La libertad.
Doloroso y demoledor que puede llegar a ser el amor. Ese anhelo que nos desmorona por dentro como veneno amargo. Ese deseo de proclamar el amor. Ese dolor de saber que lo gritaras a la nada.
Querido cupido... ¿Por qué te gusta tanto el destruir el alma de los hombres de esta manera?
¿Es que acaso nos intentas enseñar cómo ver la inmortalidad deseando la muerte?
Cuantos corazones no se han perdido en cuestión de segundos.
Cuantas almas no se habrán perdido en el espacio.
¿Cuántos no se sienten perdidos en la inmensidad?
Pero para todo hay un inicio.
Antes de convertimos en cenizas hubo un momento en el fuimos incendio.
Antes de ser incendió fuimos flama.
Y todos hemos sido chispa.
...

Capricornio nunca se había caracterizado por tener la cabeza llena de sueños y mucho menos de ilusiones.
Por eso justamente sentía que su vida se estaba yendo a pique.
Se había sumido , como muchas veces en su vida ,en un pozo de pensamientos y nostalgia. Se sentía embotada.
Despertandose en las madrugadas con miles de desiciones llenando su corazón.
Con su corazón constantemente al limite.
¿Quién podía haberle dicho cómo amar?
Le había dado tanto a Sagitario que poco a poco creyó que se estaba quedando vacía.
El amor poco a poco estaba volviéndola una persona temerosa. Como nunca en su vida. Como nada que lo pudiera hacer.
Temerosa a un día quedarse vacía y no tener nada que ofrecer.
Temerosa a un día ofrecer tanto que alejaría a Sagitario.
Temerosa a estar perdiéndose.
Tres cosas pasaban cuando miraba a Sagitario acercarse a ella.
Uno: su corazón se calentaba , relajando cada uno de sus miedos.
Dos: algo muy dentro de ella se retorcía con dolor.
Tres: sentía otro corazón vibrando , justo al lado del suyo propio.
Para Sagitario solo ocurría una cosa.
Ese frenesí al cual se estaba volviendo adicto de manera enfermiza.
No podían culparlo. Todos tenemos ese instinto por alguien.
Algunos lo llaman naturaleza.
Esa sensación de poder y placer cuando tomas el aliento de alguien más.
Rozando la suave piel de Capricornio , robando su alma al besarla con tal pasión, apropiándose de su esencia al dominar sus pensamientos.
El corazón de Sagitario no había parado de saltar desde el momento en el que Capricornio había declarado ser suya.
Quería más ... Más y más.
Por qué esa esencia que había estado buscando. Ese aire aventurero lleno de adrenalina se encontraba en los labios de la que creyó su mejor amiga. Era lo que sustentaba a su alma.
Hacía arder su ser. Centrándolo en el ahora. Enfocándolo en respirar una vez más las llamas que había entre ellos dos.
Cuando en la cabeza de Capricornio lo único que cabía era el vacío y el exceso de futuro.
Ambos se miraban , tomando grandes cantidades de tiempo. Robando esencia. Desmoronando almas. Por qué al final todos somos tiempo.
Los latidos apresurados provocaron una sonrisa en ambos.
Mientras Capricornio abría la puerta de su viejo apartamento y Sagitario traía lo que sería la última caja de la mudanza de Capricornio.
Ella había dicho algo , nada más que Sagitario la unían a esa casa... Aunque cuando se desvía a eso sentía estar olvidando algo realmente importante. Algo que siempre estaba en la punta de su lengua pero que no sabía cómo formular.
-Piscis-susurro sorprendida al ver al Delgado chico rubio con una sonrisa amable y soñadora.
Sagitario se giró rápidamente con una expresión agria.
Efectivamente el chico venía caminando tranquilamente con una mirada refrescante.
-Capricornio , qué sorpresa- dijo en tono alegre mientras pasaba al lado de Sagitario ignorándolo olímpicamente.
Se paro delante de la chica del vestido negro y holgado, con mirada sería y oscura , pero sonrisa cálida. Como pocas se pueden encontrar.
Se inclinó y dejó un burbujeante beso en su frente.
Alejándose solo un poco para poder observarla mejor.
-siempre te ves hermosa-dijo el chico de ojos azules sonrojándose.
-Lo sé , que bueno y oportuno que estés aquí .... Tal vez demasiado oportuno-el seco tono hostil de Sagitario provocó que Capricornio dejara esa sonrisa tranquila y cálida.
¿Por qué actuaba así?
Piscis arreglo su cabello despreocupado, y posó un brazo sobre los hombros de Capricornio.
-Si lo sé , es toda una maravilla-dijo mirándolo con una gélida satisfacción.
Piscis no había desperdiciado las últimas dos semanas.

Y no solo por qué había peleado con Leo por horas , sin poder ganar contra el León.
El había hablado con Escorpio, había recurrido a él. Como su amigo. Como su hermano.
Le había contado miles de veces la maraña de cosas que pasaba por su cabeza. Y cuando se lo pedía el se detenía y volvía a empezar.
Escorpio había estado confundido hasta el momento en el que Piscis mencionó el nombre de Capricornio. En ese momento   Sonrío de lado y suspiro pesadamente.
Escorpio le dijo que era arriesgado y una apuesta al vacío. Pero si quería estar al lado de esa chica que extrañamente se había ganando la atención de Piscis . Debía de enfrentarse a innumerables muros de hierro. No habría ningún día sin esfuerzo. Pero si lo lograba la recompensa sería más de lo que él mismo podría imaginar.
Algo a lo que no muchos se atrevían.
Apretó con cariño el hombro frío de Capricornio.
Lo haría.
Se enfrentaría al oscuro misterio que era Capricornio.
Sagitario estaba que mataba a todos.
El claro que sabía lo que esa mirada significaba. Lo que ese beso y esa posición atentaban.
Sulfuro a Capricornio con la mirada.
Provocando que está lo mirara desesperada y frágil. No había nada que ella pudiera hacer. Por qué no sabía que hacer.
-¿Es tu nuevo departamento?-preguntó de nuevo Piscis sacando a la chica de sus cavilaciones.
-En realidad es viejo , pero si , este es mi departamento -le contestó sintiendose cómoda y libre de preocupación , ¿Qué tanto podían hacer esos ojos azules?-es un lugar tranquilo.-
-Eso es genial , puedes relajarte cualquier día , la parte mala es cuando no quieres relajarte -sonrío tranquilo.
-ese no es mi problema , siempre puedo concentrarme-
-eso es fantástico, como tú-
Sagitario estaba desesperado por tomar el sonrojo de Capricornio y tirarlo a la basura.
Así que de la manera más brusca dejó la caja en el piso y se largo de ahí , con largas zancadas llenas de desprecio.
La expresión de Capricornio cambió radicalmente.
Ahora estaba pálida , seguía sonriendo amablemente a Piscis , pero ya no era real su tranquilidad.
-vaya!... ¿Me invitas a pasar? Juro no robarme nada-su pequeño intento de broma no logró cambiar la expresión de Capricornio.