No hay manera de explicarlo.
Es solo un instante en el cual te das cuenta de todo lo que eres , un instante etéreo que se queda suspendido en tu existencia, un instante en el cual el oxígeno en tu pecho , la sangre caliente de tus venas , y la vida misma , se vuelve irrelevante, un instante que te despierta durmiendo todo aquello que está fuera de la fuerza del subconsciente o del alma.
Todos deseamos algo , está dentro de nuestra existencia y naturaleza. Algunas veces es imposible de concretar , otras a pesar de que demos todo de nosotros y apoyemos nuestras fuerzas hasta el último instante en lograrlo ... Se desvanece. Como si nunca en el universo hubiera sido posible lograrlo.
Pero dentro de nosotros ocurrió el verdadero cambio.
La lucha eterna entre nosotros y la vida , batallas que dejan caminos llenos de marcas , personas y sentimientos.
Y día tras día damos un nuevo camino y posibilidad a todo en este mundo.
Puede ir desde lo más pequeño a los más grandes sueños. Pero todos y cada uno cuentan.
Pesan en nosotros y en la galaxia con la misma fuerza con la cual nos aferramos a amar y sufrir en busca de la felicidad.
Pueden ser tan grandes como detener una guerra , tener un hijo , saltar de un puente.
O tan pequeños que no nos damos cuenta de lo mucho que importan.
Tan pequeños como detenernos un segundo en el examen de la universidad a pensar en lo que queremos.
Y al mismo tiempo como tomar tu examen y romperlo bajo la sorprendida mirada de tu profesor.
Aprovechamos esa pequeña e invencible llama de valentía , que muchas veces es la vida misma.
Exactamente es esa pequeña llama la que ha detenido a Capricornio de terminar el examen de su 5to semestre de carrera.
El simplemente no quería estar ahí , no quería el camino que se marcaría al acabar esa pregunta. No.
Durante un segundo su constante e infalible conciencia le torturo con las responsabilidades, pero esta vez el instinto fue más fuerte que nada en su vida que haya sentido.
Así que lo hizo , decidió seguir.
Tomo lentamente su examen , sin ya preguntarse la lógica de esa pregunta, y en un instante de coincidencia entre su testarudo profesor de Economía, sonrío con franqueza , y tomando con firmeza cada esquina de la hoja destrozo todo el esfuerzo de la noche anterior y probablemente de los últimos años, pero eso no le importo.
Dejo ambas partes caer libremente en su pupitre.
Su profesor estalló en reclamos , que incluían palabras como " incompetente " "mediocre" "majadero" hasta un vocabulario más variado como "imbecil".
Capricornio tomó su mochila y a paso firme salió del salón , ya ante la mirada sorprendía de todos sus compañeros.
No sabía lo que hacía , ni por qué lo hacía , a donde iría , o qué pensarían los demás.
El solo sabía que iba.
Y nada lo detendría.
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