Capitulo 22

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  Algo nuevo ocurriría tal vez hoy, Martina lo presentía o si no ¿por qué Jorge había tenido tanto misterio al invitarla a salir hoy? Por su mente pasaban miles de ideas completamente locas, cómo que él le declararía que estaba completamente enamorado de ella, una idea descabellada, pero soñar no costaba nada.

Cinco veintiséis de la tarde, tres horas y cuatro minutos para que Jorge pasara por ella, era viernes por lo que no se preocupaba lo tarde de esa 'cita' él le había comentado que se vistiera algo informal, pero lindo, no tenía absolutamente nada en su armario para una vestimenta informal y linda, quizás Jenny la podría ayudar.
Llamo a su nueva amiga, aun no llevaban mucho tiempo conociéndose, pero quería que al menos la ayudara a combinar una de sus pocas prendas.

Uno, dos...contestan.

- ¿Martina? – preguntaron del otro lado de la línea, ella sonrió nerviosa, ¡Dios! Cuanto le costaba pedir un poco de ayuda para sólo un cambio de aspecto, aunque tenía razones era la primera vez que lo hacía.

- Sí. – contesto. – Jenny, necesito tu ayuda, sé que no nos conocemos hace mucho, pero de verdad necesito tú ayuda. – dijo tratando de no sonar desesperada. –

- Oh si claro, dime ¿qué se te ofrece? – pregunto dulcemente.

- Verás, te dije que tenía hoy una salida con un amigo y bueno. – suspiro. – estoy algo nerviosa y no se qué ponerme.

- Está bien, veré que tengo en mi arma... - Martina la interrumpió. –

- Desearía que me ayudarás con mi ropa, que me ayudarás a combinarla ¿podrías venir a mi casa?

- Claro que sí, no tengo nada que hacer. – bufó. – es aburrido por aquí, agradezco tener una amiga. Tini sonrió, Jenny era una chica genial.

- Muchas gracias.

- De nada, estoy haya en veinte. Bye – colgó. –

Quizás no debía esmerarse tanto, pero ya era hora de cambiar un poco, quizás más adelante hiciera un cambio completo a su aspecto y dejaría salir a la hermosa Martina, por más adentro que se encontrará, un día saldría, dejando de ser el patito feo del instituto.

El timbre sonó, veinte minutos ya habían pasado, el tiempo había volado y ni cuenta se dio, fue abrir la puerta a Jenny y juntas se dirigieron a su armario para ver que podían hacer con su ropa. Jenny se vestía muy bien, además de que sabía muy bien cómo combinar. Al final eligió un estupendo atuendo que quizás no dejaría a Justin con la boca abierta y sin palabras, pero lo dejaría, algo impresionado.

- ¿Cómo quede? – pregunto Martina, esperando la respuesta de su amiga, su cabello caía suelto por sus hombros y un poco en su espalda, llevaba unos jeans ajustados, converse negras, una top negra ajustada, que acentuaba su bien formada cintura y un pequeño bolero color gris a juego con el atuendo, había quedado muy bien. Jenny la miro indecisa, algo hacía falta, busco entre sus cosas algo que Martina jamás habría pensado que usaría. Le echo un poco de brillo y un maquillaje natural y ¡buala!, ahora su conjunto estaba completo.

- Te ves lindísima. – contesto sonriendo, mirando una vez más a Martina, de verdad se veía linda. Muy linda.
- ¿Piensas que le gustara? O ¿quedará impresionado? – pregunto Martina, Jenny le sonrió.
- Pues claro, al menos que sea un idiota no lo notaría. - Tini rió divertida, claro que era un idiota. Sólo quería que notara el pequeño cambio que se había hecho. –

- Eso espero. – susurro, faltaban veintiocho minutos y estaba muy nerviosa, su pies no se quedaba quietos y miraba cada cinco segundos el reloj de su pared.

- No estés nerviosa. – rió Jenny. Martina la miro asustada.

- Es que no, lo sé. – tartamudeo. – no sé porque estoy tan nerviosa, no creo que se me declare. – rió irónicamente al pensar la escena de esa declaración. Sacudió la cabeza, quitándolos de su cabeza.

- Quizás, no lo sabes. – le acarició el brazo dándole fuerzas. – bueno, es tarde, además te quedan. – miro el reloj de pared. – dieciséis minutos con cuarenta segundos y debo llegar a desempacar lo que me queda. – le dio un beso a Martina en la mejilla. – Adiós hermosa. - Tini le sonrió. – suerte.

- Adiós Jenny. Muchas gracias por todo – la miro desaparecer por la puerta, ahora sólo a esperar.

Jorge estaba igual de nervioso que Martina, iba ya en la esquina de su casa, las manos le sudaban y bueno, estaba algo tiritón. Se bajó del auto y toco la puerta de la casa de ella, había llegado cinco minutos antes.

Cuando Martina abrió la puerta, él quedo bastante impresionado, hoy había cambiado dejando de lado sus anchas ropas para cambiarlas por unas ajustadas y sexys, que a ella le quedaban de maravilla, tenía una muy buena figura, era la primera vez que se fijaba en eso, además que su cara tenía una pequeña pizca de maquillaje natural, justo como a él le gusta.

- Hola. – le beso la mejilla. – te ves muy linda. - ella se sonrojo, había notado el cambio, no era un idiota. Rio por aquellos pensamientos.

- Hola. – saludo. – y gracias, tú también, te ves muy bien.

Jorge iba con unos pantalones ajustados negros, una remera color rojo y supras del mismo color, un gorro color gris terminaba el conjunto, más una chaqueta negra de cuero, dándole un sexy toque.

- Gracias – sonrío encantador. - bueno ¿nos vamos?

- Claro. – Jorge tomo la mano de Tini y la encamino hacía el auto, desde ya debía comportarse como todo un caballero conquistador.

Le gustaba mucho el cambio que Martina se hizo en su aspecto, no podía dejar de mirarla, algo totalmente inesperado para él. Hace ya dos días que empezaba a sentir pequeños cosquilleos en su barriga cuando estaba con ella, cuando tocaba su mano por accidente y se quedaba hipnotizado en los hermosos ojos azules de ella, no sabía a qué se relacionaba todo esto, pero esperaba no estar enamorándose de su apuesta, porque eso era Martina, solo una apuesta.

- ¿Dónde me llevarás? – pregunto ella con una sonrisa en los labios, Jorge despego la mirada del camino y la miro solo un segundo para luego volver a conducir.

- Es una sorpresa. – contesto, Martina sólo lo miro encantada, este era un chico con muchas sorpresas y quería ser la encargada de descubrirlas.

Maratón 2/3  

"Patito Feo"-(Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora