Capitulo 30

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Las nueve de la mañana. 

Día domingo. Dolor de cabeza y habían quedado de verse a las diez y treinta con los chicos. Un fuerte dolor hizo que se tambaleará y eso que sólo había tomado una copa de whisky o lo que sea. Tenía resaca. Y valla que estaba mal.

El móvil le vibro. Lo tomo. Tenía quince llamadas perdidas de Jorge, todas de ayer y una de hoy. No le contestaría, lo haría sufrir. Un poco.

Se ducho y se vistió con un poco de ropa que su madre le había preparado ayer. Hoy no se encontraba, como siempre ha de estar trabajando.

- ¿Jenny?

- Mmmh. – jadeo. - ¿Qué pasa?

- Son las diez y nos veríamos a las diez y media.

- Joder. – masculló. – lo lamento, llegamos tarde ayer y me tome como tres botellas de vodka o lo que sea y tengo una jaqueca terrible.

- Estoy igual, pero un poco menos. – rió. – Si quieres...

- No, estoy haya, antes de las once.

- Dale. Nos vemos luego.

- Claro, adiós. – colgó y sonrió, ya no llevaba los feos brackets, habían ido ayer al odontólogo y le habían quedado unos lindos dientes, blancos y grandes.

Llamo a Chris, quién aun dormía, tendrían que pasar a despertarlo las chicas. Con un camión o un tren, porque si Chris no se despertaba fácilmente, tomado de copas era mucho peor.

Jenny venía con unos lentes negros, quizás ocultando las ojeras, un pequeño recogido de cabello y toda de negro.

- Estoy hecha un asco. – rio entrando al auto.

- No lo creo, estás preciosa.

- Tengo muchas ojeras Martina. – se bajó un poco los lentes. – no pude taparlas con nada. – hizo una mueca de desaprobación y partió hacía la casa de Christian.

Sí que había costado despertar al pobre chico y en que se arreglara, habían terminado a las once y treinta, era temprano pero tenían mucho que hacer.

- ¿Qué haremos hoy? – pregunto Chris en un bostezo tallándose el ojo derecho.

- Compraremos algo de ropa, luego algo de maquillaje y luego el corte de cabello. – dijo Jenny rápidamente. –

- ¿Aun con lo del corte de cabello? – preguntó Martina resignada. –

- Ya te dije, debes estar diferente y así podría usar el cabello suelto sin que tener que hacerte una trenza.

- ¿Debo hacerlo no es cierto? – ambos chicos asintieron. – está bien, acepto. Pero solo el corte en capas y un poco más corto, pero no como lo tenía la modelo.

- Está bien, qué opinas de un color nuevo.

- ¿Cómo cuál?

- Un tono chocolate.

- No es más oscuro que el mío.

- Pero será diferente. – volvió a decir. –

- Vale, acepto. – sonrió. – todo por ser diferente.

Y valla que si quedaría diferente.

***

Pantalones, camisetas, jerseys, vestidos, faldas, zapatos, bolsos y más. Todo eso para su nuevo guardarropa. Había comprado miles de prendas. El pobre Chris ya no podía con todas las bolsas y el día estaba recién comenzando. A penas eran las cuatro y veinte, y mañana era el gran baile de despedida de año.

"Patito Feo"-(Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora