"Patito Feo"-(Adaptada)

Capitulo 31

  Lunes 14 de septiembre.

Nueve cuarenta de la mañana.

Once horas y veinte minutos para el baile.

- Lo hubieras visto. – rió Jenny. – estaba desesperado y furioso porque no habías asistido hoy.

- Pero y Chris...?

- ¿Chris? él ni siquiera se le acerco.

- ¿Cómo que no se le acerco?

- Pues no. – dijo Jenny. – y si lo hizo, no lo vi. Pero a mí, cada vez que me veía, me preguntaba si había hablado contigo.

- ¿Qué le decías?

- Que sí, que estabas ocupada.

- Pobre de Jorge. – rió. – bueno, cambiando el tema. Con todo esto de mí. Ni siquiera te he preguntado si iras al baile.

- Pues claro. – afirmo. – obvio que iré.

- Bueno ¿con quién? – Jenny al instante se ruborizó y miro a otro lado de la habitación.

- Con Chris. – contesto. – me lo pidió hace una semana. - Martina emitió un pequeño gritito de emoción y corrió a abrazar a Jenny quien se encontraba sentada en la cama. –

- Te felicito, me da mucha emoción que ustedes estén juntos.

- Ey, ey. – la separo. – que vallamos al baile juntos no significa que tendremos algo.

- Pero...

- Pero nada, no habrá nunca nada entre nosotros.

- ¿Por qué? Jenny se ven hermosos juntos y la atracción es muy notoria. Ustedes dos son los tontos que no se dan cuenta. – dijo con algo de histeria. –

- Pero Martina, me gusta, no lo dudo. Pero prefiero no adelantar las cosas y que todo funcione a su tiempo. – dijo calmada. – bueno, paremos de hablar y comencemos a ver las cosas que usarás hoy. – se levantó de la cama. Tomo la caja del vestido blanco del armario y lo sacó, poniéndolo al lado del de ella. Un rojo carmesí. Muy lindo y que resaltaba mucho la piel de Jenny. Tini había elegido un vestido color blanco ya que era hermoso y sencillo. Y en él, se parecía – veía – a una verdadera princesa.

Una treinta y ocho de la tarde.

Duda, ¿contesta o no?

- Es Jorge.

- Si lo sé. – se mordió el labio.

- ¿Le contestarás? – pregunto al ver la cara de la ahora castaña chica.

- Está bien. –

Tomo el teléfono y apretó el símbolo verde con forma de teléfono.

- ¡Martina! – exclamó el chico. – por Dios princesa, al fin me contestas. - Martina rió. –

- Lo lamento, he estado muy ocupada.

- Te comprendo. – pudo sentir la pequeña sonrisa del chico a través del pequeño aparato. – entonces, no podrás asistir hoy.

- No lo sé. – mintió. – aún tenemos cosas que hacer, terminaré a eso de las seis y no tengo idea si podré tener el tiempo de arreglarme para las nueve.

- Pero...

- Haré todo lo necesario. – interrumpió. – lo prometo.

- Espero verte allí.

- Yo también. – musitó, pero Jorge ya había colgado y estaba segura que estaba enfadado. Luego hablaría con él.

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