Narra Samuel.
Había pasado tiempo desde aquélla vez en la que le pedí a Camila su número telefónico. Pero no paso tanto desde que comenze a hablarle, parecía un chico tímido y precavido, pero en cuanto le comenté que era de la Universidad el se calmó.
Nuestras conversaciones eran un tanto extrañas, quizás un día estábamos discutiendo y el otro día estábamos riéndonos, o coqueteando...
Pero eso, se me hacía lo de menos para remarcar. Después de varios días logré verlo. ¿Qué si ya lo veía día a día? Claro! Pero con la diferencia de que siempre lo observaba de lejos y el a mí, se me hacía estúpido que no nos acercaramos a hablar, por lo cual un día decidí tomar valor.
Lo invite a mis clases de baile, este lo aceptó, estaba nervioso aquél día. Recuerdo casi desplomarme en el medio del maldito suelo al tener su rostro tan cerca de mí. Una vez entramos a la sala me comenté sobre el baile y que me ayudase a practicarlo, aceptó claro. Pero al finalizar, sin saber de donde había tomado las fuerzas lo besé.
Sí, 6 am. Un lunes por la mañana antes de ir a la Universidad y todo esto ocurría por mi cabeza, estaba nervioso por encontrarlo.
Tomé mi ropa y me cambié, me cepille el cabello más de lo que lo solía hacer, acomode mi habitación y salí en busca de comida ¿Quien aguanta una mañana sin comer?.
--Buenos días!- Dijo mi madre mientras besaba mi frente-.
--Hola mamá- Dije algo más dormido mientras tomaba una taza de café.--Llegaré tarde, nos vemos luego.- Dije tomando mi mochila y regresandole un beso en su mejilla para salir rápido de ahí.
(...)
Luego de tomar el autobús y subirme a este llegue a la Universidad encontrandome con mi mejor amigo Alex...
--Hombre!- Dije mientras le daba un apretón de manos.
El estaba por devolverme el saludo cuando vi a Guillermo entrar por la puerta haciendo que llamase la atención de un par de tías que estaban ahí.
Había que admitir que estaba demasiado bueno y eso me molestaba. Lo peor de todo es que odiaba tener celos, tan sólo quería tomarlo y encerrarlo en una caja de cristal con un cartel que dijese "El es mío". Bueno, está bien siempre se me iba la olla con esto.
Pero tampoco era lo peor de la situación, lo peor de esto era de que ninguno de mis amigos sabían sobre que al igual que las mujeres me gustaban los hombres. Y era algo normal claro! Pero me daba miedo que al contarles esto ellos reaccionaran de mal manera y me dejasen tirado. Era mejor prevenir.
(...)
Las clases de química acabaron rápido. Tocaron las campanadas y los estudiantes salieron hacia la cafetería para comer y descansar. Me senté junto a mis amigos y a lo lejos visualize a Guillermo con Camila a unas 5 mesas de nosotros.
--¿Has visto lo guapa que esta Camila?- Me preguntó David. (Unos de mis mejores amigos).
Miré a Guillermo y respondí:
--Es totalmente hermos..a.- Se me había escapado una letra, y sí estaba mirándolo y el era totalmente hermoso.
--Mirad que bien lleva el cabello es una diosa!- Respondió Alex embobado. Y cabía aceptar que Camila era linda, pero no tanto como Guille.
--Su cabello es precioso... La hace tan bella.- volví a responder mirando a dirección hacia él.
Guillermo notó que lo miraba y se voltio a verme. Me sonrió y provocó que me sonrojara. Le devolví la sonrisa y este sonrió por lo bajo.
--¿Qué haces?-Pregunto Alex.
--¿Qué hago de qué?- Pregunté regresando al mundo donde Guillermo no era mío.
--¿Por que le miras así?- ¿Cómo se había dado cuenta?
--N..Nada es que es un amigo y- No pude decir nada más que las campanas sonaron.
(...)
Al regresar del descanso volvimos a nuestras salas y comenzamos otra clase cuando me llegó un mensaje de él.
Guille♡: Ven al patio trasero... quiero verte.
Me: ¿Ahora? Estoy en clases :$.
Guille♡: Anda quiero verte lindo.
Me reí por lo bajo y logre sonrojarme como un pequeño niño.
Inventé una excusa y hablé.
--Profesor mi madre está en el patio trasero..debe darme unas cosas.- Mentí.
--Vale.. Pero vuelve pronto que tendrás que leer la pagin..-
--Si!- Respondí rápidamente y me eche a correr hacia la salida.
Llegué al patio y ahí estaba el, tan hermoso como siempre con su móvil.
Toqué su hombro.
--Hola.- Dije tímido.
--Hola.- Repitió de la misma manera.
¿Cómo podía ser tan precioso? Su sonrisa me volvía tan loco, sus labios tan apetecibles... su cabello... sus ojos. Todo de el era perfecto.
No me lo pensé y me avalance hacía a el dejando un pequeño beso en sus labios. Me sentí un pequeño niño en ese momento, nos reímos por lo bajo y note que el estaba sonrojado. No hablábamos, sólo reíamos como un par de niños enamorados.
De repente el decidió apagar el silencio. Tomó de mi mano y procedió a hablar.
--Ven quiero enseñarte algo...- Caminamos hasta lo lejos de aquel patio hasta llegar a un lugar repleto de rosas.
--Que bonitas...-Dije. Nuestras manos aún seguían juntas haciendo que mi corazón siguiera estando en la punta de mi lengua.
Tomé una flor y la arranqué y se la entregue.
--Tomé mi príncipe!-- Dije haciendo el tonto.
--Oh vaya... usted es todo un caballero!- Respondió el de la misma manera.
--Permítame- Dije y coloqué la flor en su cabello.
--Mmm...No intente impresionarme que las flores no me gustan!- Dijo de la misma manera, aunque sabía que estaba bromeando ya que las flores les gustaba.
Lo tomé por las muñecas y logre tirarlo al suelo y comenze a hacerle cosquillas haciendo que comenzará a mover sus piernas de un lado hacia otro para deshacerse de mi agarré.
No me quedo otra opción y me tiré encima de el, poniendo mis piernas a sus lados de su cadera impidiendole que mueva sus piernas.
--Y ahora que hará mi señor?- volví a decir decir mientras me acercaba a él.
--Esto.- Dijo y me tomó por las mejillas besando mis labios, este beso era más profundo y logre saborear cada parte de sus labios, el corazón me iba a mil...
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¿Hola? {wigetta}
Fiksi PenggemarLas personas construyen historias fabulosas entre ellas, en este casó de amor, historias llenas de experiencias y momentos fantásticos, pero luego esas historias quedan en el pasado, algunas veces se olvidan y otras quedan en el recuerdo. Pero... un...