¿Por qué existe el amor?

Capítulo XXVIII

Gaste saliva.
Derrame lágrimas.
Intenté solucionar errores.
Deposite mi confianza en las personas que quería.
Quise hacer las cosas bien.

Todo, para que al final de cuentas, nada sirviera... Como lo es de costumbre.

Hacer que las cosas funcionen te cuesta, y demasiado, pero siempre hay pequeños tropiezos que se convierten en graves errores. Intenté hacer lo que mi mente me dejara, intente luchar contra mis demonios, intente simplemente vivir en paz. Desgraciadamente se me olvidó que solo así podría ser mi mundo de fantasía, y nunca la realidad.

Hacer algo en esta vida, ya es un delito, por muy mínimo e inocente que sea. Pueden haber muchas personas que digan 'A mí me vale madres lo que digan de mí, yo soy feliz.' Pero tarde o temprano, le pedirán consejos o ayuda a alguien, para que lo apoye a verse bien, y no como un(a) idiota delante de todo el mundo.

Todos los seres humanos que existen en este planeta, tienen un punto débil, y cuando alguien llega a sobrepasarse del límite, hace que simplemente deje de ser como antes.

El amor es un sentimiento distinto en cada persona, ya que nunca nadie en esta vida, coincidirá con las expresiones, actitudes y pensamientos, que tengamos hacia esa palabra.

Primero te promete muchas cosas positivas a futuro, pero conforme vas avanzando, las probabilidades de que seas feliz, van disminuyendo, si no eliges a la persona correcta.

Todos, tarde o temprano caeremos en la trampa del amor, puede que a algunas personas no las lastime tanto, pero a otras, las deja marcadas de por vida.

Y entonces... ¿Por qué existe el amor?

Es una pregunta, que siempre tendrá una respuesta diferente y nunca coincidirá con otra...