NO DEBERÍAS AMAR
Oliver, un chico de calle, drogadicto, pandillero y sobre todo amante del sexo, tiene su vida arruinada, pero descubrirá sentimientos ocultos, Sus amigos lo apoyan en todo, le han pasado tantos problemas en su vida que lo obligaran...
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Ver como ese hombre que apenas y recordaba su cara me follaba era tan excitante, saqué mi miembro al aire y quedó apuntando al cielo con liquido pre-seminal goteando, empecé a jalármela mientras mordía mis labios, sentía una picazón tan rica, irresistible que me provocaba jalármela con toda la velocidad, escuchar esos gritos de pasión en el video...lo era todo.
Y con un par de suspiros entrecortados me corrí, con mi respiración agitada y algo de sudor, no es necesario decir que soy adicto al sexo y aunque nunca me ha gustado follar a otros hombres, si me gusta ser penetrado, es tan rico, no puedo pasar varios días sin hacerlo, mi cuerpo me lo pide a gritos, es por eso que para que me salga más fácil, lo busco en internet, solo doy clic, envío un par de mensajes y todo queda listo para otra noche más ¿apoco no?
Juzgar en un mundo tan destruido como este no es viable.
[Llegada La Noche]
La música estaba al máximo, todo el grupo habia acudido a la mayor fiesta de este barrio, lleno de zorras, cervezas, droga, y locura. Y qué mejor lugar para hacer esto que en la casa de mi mejor amigo, él era dueño de todo este lugar, ¿cómo lo habia conseguido?, eso si no sé, pero al igual que yo: fuma, toma, asalta, y se droga, sin hacer excepción a que es mi único y mejor amigo desde la infancia, somos como uña y mugre, siempre nos apoyamos entre si y nunca nos separamos, por lo que su vida personal es muy de él y no me meto en eso.
Estaba sentado en el sofá fumando con par de copas ya haciéndome efecto en la cabeza, mi amigo Isaac y su novia Alessia estaban a mi costado completamente ebrios mientras hablaban tonterías entre ellos abrazados y dándose toqueteos, preferí no tomarle importancia a su plática.
Mi novia Kathy no habia venido ya que ella trabaja por las noches como mesera en un restaurante, eso me daba la oportunidad perfecta para poder estar con quien yo quisiera, y ya drogado, no me importaba si era hombre o mujer.
--¿Oye Guapo Bailamos? --una chica en jeans ajustados y pelo rubio me estiró la mano para levantarme y bailar. Casi no me gustaba hablar así que solo asentí medio.
No lo pensé ni dos y acepté, tenía un cuerpo de película, único, que daban ganas de tocarlo toda la noche. El sonido de la música retumbaba en todo alrededor impidiendo poder escuchar o hablar entre nosotros, así que me fui a lo rápido.
Empecé a menearme, la topé contra la pared metiendo mis manos entre su ajustado pantalón, besándole sus tetas... Pero de pronto.
--¡Oye Gorda Estúpida Deja Esa Foto En Su Lugar! --me detuve girando la vista--¡Es Mi Maldita Foto Así Que Déjala! --gritó Alessia sin razonar entre palabras.
Cuando Alessia tenía 14 años habia quedado embarazada, pero el destino le hizo una cruel jugada y su hijo murió 1 mes después de nacer, ya no se pudo hacer nada, así que ella siempre mantenía en total cuidado una foto de la niña recién nacida, foto que ahora la gorda tenía en sus manos. Alessia era muy temperamental, luego de que su niña recién nacida muriera hubo algo en su corazón que se enduró, cambió rotundamente, empezó a ser mala, todo rastro de amor despareció en ella, y ahora estaba, señalando a la gorda con vanas ideas.
