CAPÍTULO CUATRO: PERDIENDO.

2.7K 143 14
                                    

CAPÍTULO CUATRO: PERDIENDO.

CAPÍTULO CUATRO: PERDIENDO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narrado Por Ezequiel:

Bajé del tren en medio de todo el montón de gente, vi al cielo como esperanza de llegada a mi pueblo que me vio nacer, el día de hoy regresaba de unas largas vacaciones fuera del país, la próxima semana iniciaban las clases y qué mejor que llegar una semana antes, esto era grandioso, tenía la casa de mis padres para mí solo ya que ellos andaban de paseo en un crucero y no regresarían hasta en un mes, esto es genial, es fantástico.

Tomé mi maleta y me encaminé a la salida, haría hoy de una vez todas mis compras, me compraría toda mi ropa y los útiles que me servirían para asistir a las clases, tenía todo planeado, el día prominaba a ser perfecto y creo que nada podría arruinármelo.

Pasé por la ciudad y solo dos horas me bastaron para entrar a un par de tiendas y comprar la ropa que yo más creí conveniente, así que luego de almorzar ya me encontraba caminando a la casa, caminaría porque quería disfrutar del paisaje, quería admirar lo que me esperaba por todo el resto del año, hoy como pocas veces en mi vida me sentía de lo mas feliz del mundo. Quizá sea porque estudiaría la carrera que habia escogido y además tendría toda una casa para mí solo para hacer lo que yo quisiera, sí, eso era razón más que suficiente para estar feliz.

Doblé la esquina con mis 4 bolsas de compras, dos en cada mano, llevaba puestas mis gafas de sol, pero no sabía qué el barrio últimamente estaba más peligroso de lo usual, creo que debí suponerlo al no ver a nadie más andar por estos rumbos, miré a ambos lados y no pude ver más que a dos ancianos entrar a su casa, bueno, no creo que de los cientos de miles de personas en el mundo justo yo vaya a ser asaltado o cualquier otra cosa por el estilo, bueno, o por lo menos me hice a la idea.

Y mientras pensaba en lo que haría al llegar a la casa como poner una película, preparar unas palomitas o algo similar, vi un carro azul pasar por mi costado a una velocidad lenta, mi corazón palpitó acelerado suponiendo lo peor, y más cuando sentí que frenó, tragué saliva y la sonrisa en la comisura de mis labios se desvaneció, quizá era una especie de broma barata.

--Hey Tu--susurré una maldición deteniéndome y sintiendo como lo peor hacía presencia, la casualidad andaba y la maldad tomaba posesión, y por varios segundos no lo crei, por unos simples segundos supuse que en realidad no estaba pasando, no quería aceptar la idea de que esto me estaba pasando, lástima que estaba equivocado.

Un chico con el pelo trenzado y al cual yo nunca habia visto en mi desdichada vida hizo presencia enfrente de mi junto a una chica con el pelo rizado y con tez clara. --Parece Que Hiciste Compras Hoy--dijo ella señalando mis bolsas--¿Puedo Ver? --me arrebató las bolsas incluso antes de poderle contestar.

--Estas Gafas Deben Ser Muy Caras--me quitó las gafas causando en mi interior un miedo infernal, y no sabía cómo defenderme, no sabía cómo contradecirlos o atacarlos, no cuando era la primera vez que me sucedía, no cuando sabía que ese chico se veía y lucia mucho más fuerte que yo, me sentí intimidado, sentí miedo, me sentí débil, y lo peor era que, no tenía ninguna esperanza de que apareciera alguien y llamara a la policía, no puede ser.

No Deberías Amar. (Historia Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora