Todo el mundo te hace daño
He aprendido que al final todo el mundo te hace daño.
Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos.
He estado persiguiendo una quimera,
¿sabes ya que en realidad,
puede hacer sufrir cualquiera?
He aprendido que en la vida no hay amigos,
hasta sangre de tu sangre puede darte un día la espalda.
Serán sólo compañeros y testigos,
o te venden por dinero o por una triste falda.
Yo que sé. Es cierto quizás, yo también la he cagado.
Pero tras tanto esforzarme, ¿ni una mierda he arreglado?
Me da igual. Quédate con tus historias,
historiales, grabaciones, y pruebas acusatorias.
Yo ya paso de esta guerra y de este amor.
¿Qué será esta noche, cielo, de todas nuestras memorias?
¿Tirarás la foto al fuego, sentirás ese calor?
¿O verás en su reflejo lo que un día fueron victorias?
Menos mal que está lloviendo,
que haga frío me demuestra que sí es mío este fuego.
Yo solía confiar... en cuentos de sanación,
en abrazos mañaneros, que no existe la traición.
Pero veo que ando siempre equivocada.
Siempre contra la pared, apuntada por la espada.
Me ha costado asumir esta triste realidad.
Dar tu corazón de lleno sólo trae debilidad.
Quédate con los que vayan a hacerte reír.
Porque, sabes, ¿llorar? Eso todos te lo harán.