Podría desearte la muerte.
Podría pedirte el infierno.
Podría negarte la suerte.
Podría lanzarte al averno.
Podría hacer tantas cosas,
podría decirlas también.
Tú a mí me has querido más fuerte,
y yo a ti te he querido más bien.
Pero es que no hay nada más triste
que acabar con un cuento de amor
diciendo al amante (y amante que fuiste)
"Ninfita, tan poco te he amado
que hoy te deseo lo peor."
Y bien, mientras yo me retracto
de todos mis duros errores.
En mis ojos a ti te retrato
como el más vil de mis amores.