THIS TIME

Parte 5

- Gianluco, ¡qué guapo estás hoy! – exclamó Ignazio al acercarse a la mesa en la que Gianluca, Piero y Barbara desayunaban.

- Hombre, qué detalle, solo 35 minutos tarde – dijo Barbara – Píllate un café que nos vamos ya.

- No se me apetece nada lo de las entrevistas. ¿Hay junket preparado o hay que ir cambiando de sitio? - protestó metiéndose un trozo de fruta del plato de Gianluca en la boca.

- Ignazio, basta. - la mirada de Barbara fue lo suficientemente amenazante como para que al chico se le pasaran las ganas de seguir haciendo bromas - Hoy vas a sentarte delante de todos esos periodistas y vas a contestar las mismas mierdas que digan ellos dos, ¿de acuerdo? Nada de improvisar ni de hacer chistes, y mucho menos, nada de quedarte callado mirando al vacío. Síguele el rollo a Gianluca. Ya sabemos que no te gustan las entrevistas, pero es tu trabajo.

- No te preocupes, Barbara, yo lo ayudo - dijo Piero

- Lo de siempre, Igna. Los productores, las canciones, este disco es el mejor de todos, las fans de este país son las mejores, nadie hace este tipo de música con veinte años... - añadió Gianluca.

- Vale, muy bien. ¿Os podéis ir los tres a la mierda? Gracias, muy amables. - Ignazio se fue hacia la máquina de café.

Piero resopló, se quitó las gafas y se frotó los ojos.

- Vale, voy a hablar con él.

- A ver si averiguas lo que le pasa. Últimamente está insoportable - dijo, Gianluca apartando el plato. - Subo a lavarme los dientes y bajo en cinco minutos.

Desde la mesa, Barbara miraba a Piero e Ignazio conversar. Primero fue la mano que puso Piero en la espalda de Ignazio al acercarse. Demasiado tiempo, demasiado baja. Después, la mirada de Ignazio. Demasiado tierna para lo enfadado que estaba hacía quince segundos. Piero cogió la taza de las manos de Ignazio y empezó a prepararle el café mientras hablaban. Incluso le echó el azúcar y lo removió sin que Ignazio objetara nada. "No, dios mío, otra vez, no", pensó. Los conocía demasiado bien. Salió al pasillo con el teléfono en la mano: tenía que hacer una llamada importante.