¡Esto es más que perfecto Abigail!
Nunca en tu maldita vida haz visto, ni mucho menos hablado con ese chico.. Y lo primero que vas a decirle ahora será "Disculpa, podrías alcanzarme unas bragas que cayeron en tu patio?". Es simplemente estúpido.
-Okay, okay.. Tan sólo debo calmarme- Digo en voz alta para tranquilizarme. - Tal vez, aún ni siquiera se percató de que algo había aterrizado en su patio. ¡Asi es! Él se metió en el agua justo cuando las bragas cayeron
Debía asomarme a la ventana para verificar si él seguía allí, o si ya se había dado cuenta de lo que había ocurrido. Aún con miedo, tomo entre mis manos la tela de las cortinas y sólo la levanto un poco (por si el destino quiera jugarme una mala pasada y justo el esté viendo hacia la ventana).
Cuando por fin consigo abrir lo suficiente como para ver, me doy cuenta de que ¡no hay nadie en el patio!. Miro hacia la piscina, nadie.Miro hacia la puerta, nadie.
Miro al patio en general, ¡Y no logro ver UNA miserable alma en todo el maldito lugar!.
Mis ojos se vuelven como dos enormes platos cuando oigo el estruendoso ruido del timbre.<<Ohh, no!>>
El timbre sigue sonando, pero me doy cuenta que aún no me cambie. Así que tomó la primer muda de ropa que encuentro en el armario y me la pongo.
El ruidoso pitido continúa sonando intermitente, así que comienzo a desesperarme y decido bajar aunque aún lleve una toalla envuelta en mi cabeza.
Tropiezo algunas veces en la escalera por causa de mis acelerados movimientos, que son inducidos por el irritante ruido que emite el timbre.-¡Ya!- Digo apenas doy un brusco movimiento para abrir la puerta de calle.
¡No, no ,no, no, no, no!
¿Quien está parado tras la puerta? Así es, no es nada más, ni nada menos que el chico nuevo..
-Buenos días vecina..- Comienza diciendo.
Ya no está en las mismas condiciones que cuando lo ví hoy en la mañana, ahora tiene el cabello mojado y revuelto, gotas de agua caen por su rostro y cuello. Ahora lleva una remera gris estampada, la cual está completamente pegada a su cuerpo por efecto de la humedad en su piel, y las mismas bermudas en las que lo ví hace un momento. - Mi nombre es Ashton Philips, y me mudé ayer. Tal vez me hayas visto..-
El hace un gesto, como para que yo continúe la conversación, pero yo sólo achico un poco más los ojos y muevo mi cabeza de forma extraña.
-Okay..- Dice incómodo
-Oh, yo soy Abigail O'donell.. Un gusto - Digo yo estirando mi brazo de derecho. El mira mi mano, y saca su brazo izquierdo de atrás de su espalda, mientras que deja que su otro brazo se quede allí escondido.
-Sabes, hace un momento estaba en el patio de mi casa..- ¡AY, NO! ¡LITERALMENTE ESTOY A DOS PALABRAS DE MORIR! - Y me pareció ver que esto..- dice sacando ese brazo que dejó escondido, el cual (por cierto) contenía mis bragas.- Caía de tu ventana..-
Al ver que yo no articulaba palabra levantó las cejas y dijo:
-Me disculpo si estoy equivocado- Siento como la sangre comienza a acumularse rápidamente en mis mejillas, y trago saliva dispuesta a por lo menos abrir la boca.
-Emm, creó que si son mías-
...
...
Okay, ¡está confirmado! Abigail O'donell es una maldita estúpida, experta en decir lo incorrecto en el momento indicado.-Bueno, aquí están- Dice él poniendo la prenda en mis manos. -Si necesitas un poco de atención con eso, me avisas- Acaba guiñando un ojo.
-¿Disculpa?- Digo articulando mi boca con exageración.
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Y Entonces Me Enamoré De Ese Imbecil
Teen FictionAbigail O'donell y Ashton Philips Dos chicos comunes.. A los que el destino intentó cruzar.. Podrían ser la pareja perfecta, si no fuera porque Ashton es un "maldito imbécil", como diría Abi. Y Abi una "Mandona", como diría Ashton. ... -Esto es un e...