CAPÍTULO 3

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De regreso a casa, decidimos que sería mejor  tomar un taxi para llegar más rápido y así poder ir a la playa.

-Recuerda que debes avisarle a tu madre que nos iremos, okay?- Le dije yo bajando del vehículo en tono preocupado a Megan.

-Ay, ni que fueras mi abuela Aby. Mi madre ya debe de estar asumiendo que estoy contigo. -

Mi cara cambio radicalmente. Megan debería al menos mencionarle a sus padres lo que está haciendo, es decir, si yo tuviera una hija, la cual se va de mañana, y no me deja señales de vida en todo el día..  Yo creó que explotaría.

-Vamos, además si tu madre llama a la mía, luego será a mí a la que estarán molestando -

-Okay,okay.. Pero no es para que te creas que hago caso a todo lo que me dices. -

  Megan se alejó un poco de mi, para así poder hablá por teléfono. Estábamos a una cuadra de mi casa, pero pude darme cuenta de que el auto de mi madre no estaba estacionado a fuera. Fue raro, porque había hablado con ella en la cena, y no me había mencionado que se iba a ir a ninguna parte al día siguiente. Dejé de darle importancia al asunto cuando logró divisar un camión de mudanzas que llega y se para al lado de mi casa.

  Es la casa de la señora Weslie. Ella es la vecina más antigua que tiene el vecindario, es alguien muy bondadosa y amable que siempre nos ha ayudado a mí y a mí madre en lo que pudo. Según lo que sé, ella nunca pudo tener hijos biológicos, pero si tiene una hija adoptada o algo por el estilo. Pero nunca la hemos visto venir de visita o algo así. Llegamos a pensar que Nora (como dice la señora Weslie) era tan sólo un producto de su imaginación, pero un día, su "hija" decidió llamar el día en que el señor Weslie falleció. Por lo menos si era producto de la imaginación de la pobre anciana, sería menos doloroso que haber adoptado a alguien y que luego ni siquiera se acuerde de ti.

  Megan me despegó de aquellos pensamientos cuando puso su mano en mi hombro, dándome un buen susto.

-Al parecer tienes vecinos nuevos eh -  Exclamó ella dirigiendo la mirada hacia el lugar donde varios hombres comenzaban a descargar las cajas que contenía el camión.

-Sí, tal vez sea aquella hija suya, ¿no?-

-Puede ser.. Sólo esperemos que la queridisima hija fantasma traiga con sigo un sexi vecino para ti- Megan me hecha una mirada provocativa, y al ver que mi expresión se torna algo brutal, ella se lanza a correr.

  Okay, okay.. Puede que no me guste la clase de educación física, pero no hay que subestimar a Abigail O'donell, la hija de una ex-corredora. Megan corría bastante rápido, y además hay que agregar que tomó ventaja al tomarme desprevenida, de igual manera no me di por vencida, no me había molestado demasiado lo que había dicho, pero ahora quería atraparla, y si no lo hacia, Megan habría ganado, y también estaría recordándomelo por el resto del día.

  Ya estábamos llegando a mí casa y Megan seguía a delante mío. Y de pronto, en medio de mi concentración, no veo una caja que está puesta en la vereda, entonces me tropiezo con ella y caigo violentamente al suelo, logrando que todas las miradas se dirijan a mí persona, la cual está tirada en el suelo conteniendo las lágrimas, y con raspaduras en diferentes lugares del cuerpo.

Levantó mi vista para localizar a Megan, quien ya estaba en la vereda de mi casa, y acaba de percatarse que estoy en el suelo. Las personas que están a mí alrededor tardan en actuar, pero siento las manos de alguien tomando mis brazos para así ayudarme a que me siente. Al darme vuelta veo a uno de los hombres que estaba ayudando con la mudanza.

Y Entonces Me Enamoré De Ese ImbecilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora