(06/09/2015)
Hola Jónatan,
Bueno, con esta carta comienza nuestro trato. Aún no me creo que tenga que escribirte una carta cada semana. ¡Todavía no me creo que te hayas ido! Supongo que tendré que acostumbrarme. Pero no te prometo que lo haga.
Puuuuf... Esto va a ser difícil. No se me ocurre nada que contarte... Y aparte de esta tienen que haber 43 más. Desde luego, lo que hago por ti no lo hago por nadie.
Pero tengo que admitir que disfruto haciendo cosas por ti. Como la fiesta de despedida que te organizamos. He tenido que darle las gracias a tu hermano. Fue él quien me pasó los contactos de tus amigos de los campamentos de verano. Y también me ayudaron mucho Carlos y Clara. Me daban ideas e incluso me acompañaron a comprar los adornos. Desde luego, si tenemos que esperar a que la organices tú, te vas a Canadá y ni siquiera nos has dicho de hacerla.
Y como te conozco tanto y se cómo eres, he tenido que hacerla yo.
Pero no me arrepiento. Así, al tener que organizarla yo, he podido conocer a los amigos de los campamentos de los que tanto me hablabas. Me alegró ver que más de uno había oído hablar de mí.
¿Sabes la pregunta que más me hacían? Me preguntaban cuanto llevábamos juntos, y yo les respondía que desde infantil. Pero luego llegaba la otra. ¿Cómo os conocisteis?
Yo ahí me quedaba sin respuesta. ¿Tú te acuerdas de cómo nos conocimos? Porque yo no. ¿Qué nos llevó a jugar juntos? ¿Cuáles fueron las primeras palabras que nos dijimos? Supongo que da igual. En realidad no importa. Gracias a ese acto desconocido, conocí a una de las personas más importantes de mi vida.
La gente al principio no suele entender lo nuestro, ya que casi ninguno de ellos continúa yendo con alguien que conoció en preescolar. Al parecer, nuestra relación es especial.
Si me pongo a contar las veces que me has ayudado con algún problema, no hay números para expresarlo. Bueno, quizá haya exagerado un poco. Pero si es verdad que me has ayudado muchísimas veces, sobre todo dándome repaso de las asignaturas que llevaba mal. (Como castellano en la parte de sintaxis o en matemáticas).
La verdad es que hemos pasado mil aventuras juntos. Yo he llorado por ti, tú has llorado por mí, hemos reído, nos hemos enfadado, pero nunca nos hemos separado. Tal vez por eso se me hace tan extraño pensar que voy a estar diez meses sin ti. Pero voy a hacer caso a lo que me dijiste. Si llevamos tanto tiempo juntos, es imposible que nos distanciemos solo por unos cuantos meses, que en comparación con los años que has estado a mi lado parecen un suspiro. Cuando hayan pasado para mi habrá sido como si solo hubiera transcurrido un día, creo. Espero.
Cambiando de tema, mañana ya comienzas el instituto. Cruzo los dedos para que tus nuevos compañeros sean buenos contigo y que te traten como te mereces. Por una vez, yo no puedo estar allí para asegurarlo. Nos dijeron que los canadienses son muy parecidos a los españoles, por lo que supongo que no tendrás problemas. Aunque eso depende de tu estado de ánimo. Puedes ser súper sociable o súper cerrado. Depende del día. Pero claro, siempre puedes utilizar el comodín del chico nuevo y extranjero. Alguien se acercará a ti, aunque sea por educación o por pena. Pero tú estate tranquilo. Todo saldrá bien. Recuerda, se amable. Eres un extranjero para ellos, algunos desconfiarán de ti, y solo tú podrás demostrarles que no tienen porque hacerlo. Y si te llaman algo relacionado con tu procedencia española/extranjera, haz odios sordos. No tienes que avergonzarte de tus raíces.
Una vez más, suerte. Te quiere
Andrea.
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44 Semanas sin ti
Teen FictionJónatan y Andrea llevan toda su vida juntos. Pero llega un momento en el que sus caminos se separan. Se separan 7.060 km exactamente, ya que Jónatan va a cursar primero de bachiller en Canadá. Pero ellos no son de los que se rinden fácilmente, y van...