Octubre.

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Varias musas he tenido,

todas con el mismo vestido.

Pero las musas se van,

De hecho, ya se han ido.

Todas cubren un vacío 

que siempre tendré conmigo

haciéndome del amor un mendigo,

y dejándome en octubre sin abrigo.


Llegó por sorpresa.

Sin ser cazadora yo fui su presa.

Puso sus cartas sobre la mesa

y me enamoré por primera vez

de su mente y belleza.


Otra llegó hasta muy dentro,

con una belleza que me dejó sin aliento.

Se quitaba la vida en el momento

en el que su cigarro encendido apagaba su sufrimiento.

Me importaba, intenté ayudarla.

Mi ayuda y mi estancia no fue de su contento,

y me mando a la mierda con duras palabras.


Otra(s) llegó recién bajada del cielo,

No podía creer que ella me quería,

cuando muchos hombres la tenían 

como anhelo.

Supo apagar la soledad de verano

otra calmo el frío de enero

pero todo el amor que di fue en vano

porque yo solo era un lejano extranjero.

Otro hombre había en tu vida,

después de todo lo que me querías.

Siempre soñé en juntar mi mano con la de mis musas

hasta el final de mis días.


Felicidad no fue finalmente el sentimiento,

solo fueron lamentos,

y las cicatrices de las musas 

que siguen difusas,

han tomado un permanente asiento.


Dormisteis en mi corazón

y no cambié las sábanas,

porque en una ocasión

también fuisteis causantes de mis lágrimas.

Pero también de mi 

corta felicidad.


Puerta al Sótano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora