Puerta al Sótano.

Da capo

Entre versos de pasión me cegó el instinto.

Y es que el instinto no miente

y lo que él dice es innegable.

Él eres tú realmente después de todo.

Maldigo a la palabra,

capaz de dañar al ser humano 

con mas fuerza que los actos.

Maldigo a la palabra, 

capaz de describir lo que los ojos ven

pero no en su totalidad lo que el corazón siente.

Maldigo a mi ser,

por usar las palabras de forma inadecuada

haciéndome colapsar 

junto a los que con estas mismas hice colapsar a otros.

Sácame de las letras

y empezará una tempestad.

Sácame de mi forma física

y hazme arte,

ya que el arte expresa lo que las palabras no pueden,

y yo no puedo expresarme ni por palabras ni por arte.

Está todo colapsado.

Es curioso,

escribo tanto para decir tan poco

que seguro que tienes la impresión de haber leído esto ya.

Porque esto ya no es arte, 

son cartas a ninguna parte.

Empezaré de nuevo con puerta al sótano,

me noto muy poco artístico, 

y eso no me gusta.

Vuelvo a empezar.

Olvida lo leído.

Desperté para decir las cosas bien