Septiembre.

66 7 0
                                    

Todavía recuerdo aquella noche,

abrazado entre las tinieblas de mi cuarto,

y el dolor que parecía de un infarto,

 asistía en mi corazón clavado como un broche.


Saqué toda esperanza de mi cuerpo.

Por un momento, pensé estar en un sueño

no me creía que todo eso fuese cierto

y por primera vez en mi mente me sentí pequeño.


Las uñas del dolor arañaban el presente,

dejándome ver los errores del pasado

que por haber sido inconsciente

dejaban como consecuencia un corazón lastimado.


Sufría entre sábanas

pintándolas con lágrimas

haciendo de mi sufrimiento

una infinita parábola,

haciendo de ese momento,

una de las tormentas mas duras

en mi cuaderno de bitácora,

que con sangre completó su escritura

y mi vida se convirtió en una metáfora.


Yo les quería, les apreciaba.

Pero como bien se dice lo bueno se acaba.

Y hoy todo mi sufrimiento se puede ver,

en los ojos de un niño que aprendió a coser,

 entre las penas de su cama.





Puerta al Sótano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora