Capítulo 2

13 2 1
                                    

Conozco a Agustín prácticamente desde que nací; nuestros padres eran muy buenos amigos y desde muy jóvenes hacían todo juntos y eso no cambió cuando nosotros nacimos. Tenían la esperanza de que Agustín y yo fuésemos tan amigos como ellos; y claro que así fue por un tiempo, hasta los 10 años, cuando por el trabajo de mi padre tuve que irme del país.

------------ FlashBack---------------

- Taly, por favor no te vayas – Pidió con lágrimas en sus ojos y otras rodando por sus mejillas.

- No quiero irme... pero tengo que hacerlo – Tenía la voz rota, ya no podía retener más las lágrimas que amenazaban salir desde que había despertado esta mañana.

Estábamos despidiéndonos fuera de mi casa mientras mis padres subían las maletas al taxi que no hace mucho había llegado y los padres de Agustín ayudaban.

Me quedé un momento admirando sus ojos verdes cual pasto que tanto me gustan; no me puedo imaginar un solo día sin verlos. Nunca hemos estado más de un día separados desde cuatro días después de mi nacimiento. Todas las enfermedades las hemos pasado juntos.

- Te quiero mucho Taly

- Te quiero mucho más Agus

- Prométeme que hablaremos todos los días

- Lo prometo – Apenas terminé de decirlo se acercó a mí y me dio un corto y delicado beso en los labios para luego darnos un gran y fuerte abrazo. Ese había sido mi primer beso, con mi mejor amigo.

- ¡Taly! Ya es hora, sube al taxi – Dijo la voz de mi padre mientras trataba de ocultar las lágrimas que se le estaban escapando.

No había nada más que hacer, por lo que me despedí de los padres de mi mejor amigo y me subí al taxi para partir rumbo al aeropuerto. Miré por la ventana y moví mi mano despidiéndome de lo que yo sentía, era mi familia.

------------- Fin FlashBack --------------------------

Cinco años después volví sólo con mi padre a mi país natal con la esperanza de retomar todo lo que dejamos cuando partimos a Canadá, lo que para mí resultó ser más difícil de lo que esperaba.

Como no acostumbraba a hablar español en Canadá; acá se me complicó el hacer oraciones totalmente coherentes o sin incluir palabras en inglés o incluso en francés.

Las cosas con Agustín no resultaron como pensé. Al haberme ido comenzó a juntarse con otros chicos, se hizo popular y su actitud cambió; por lo que cuando quise notificarle mi llegada no se alegró como yo pensé que iba a hacerlo, sino que hizo como si no me conociera.

Mi madre falleció un año antes de volver a mi país natal en un terrible accidente de automóvil. Según se nos informó iba totalmente borracha.

Con mi padre quedamos devastados, ambos con un vacío interno que él intentó llenar con trabajo y yo... ropa.

No soy una chica caprichosa, pero cada que teníamos un tiempo libre con mamá íbamos de compras y supongo que es mi modo de sentirla junto a mí.

- Taly, ¿Me estas escuchando? – Dijo con tono de reproche mi mejor amiga.

- Eh... sí, claro

- Eres pésima mintiendo

- Lo sé, lo siento... estaba pensando – Confesé a pesar de que se me venía un interrogatorio.

- ¿En qué? – Sara nunca ha podido quedarse con la duda de algo y tiene la necesidad de adentrarse en la vida de las demás personas; al principio me molestaba mucho pero luego de un tiempo pude acostumbrarme a sus insistencias por saber cosas.

Hasta la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora