Primer Movimiento

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Decidí teñirme el cabello de color azul para desviar las miradas de los demás hacia mis rasgos faciales. Pues siempre que hay algo más llamativo nuestra mirada nos obliga a mirarlo.

Al verme en el espejo ni yo misma pude reconocerme, bueno recién hace unos días me había enterado de como era mí aspecto, ustedes me entienden.

Ya tenía el aspecto de un chico supuestamente "moderno" y enseguida que me repuse de mí conmoción, compre unos lentes de contacto color azul y un celular nuevo.

Mientras me dirigía al siguiente lugar que tenía previsto en la agenda de mí memoria, pensé que todos me iban a quedar viendo como un vicho raro pero fue como si ni existiera entre la multitud, todos estaban apresurados por hacer sus labores cotidianas, parecían un montón de hormigas trabajadoras, nadie se iba a tomar el tiempo de observarme.

De inmediato me detuve porque supe que ese era el lugar ya que era muy extravagante como lo decía en el blog, un cyber con la ultima tecnología, bueno eso creo, no estoy muy segura aunque desde mí perspectiva lo parecía pero aparte de eso era muy corriente, pues un cyber es un cyber y punto, sin embargo algunas pocas personas y yo sabíamos por unas fuentes de Internet que había un hacker, se hacía llamar "el mejor", sin embargo no creía eso y ni me importaba, lo que me llamo la atención fue la garantía y rapidez con la que prometía trabajar.

Entré despreocupadamente, sintiéndome protegida por mí falsa identidad y pregunte por Martín, se sorprendieron un poco (no sabía porque) pero enseguida lo llamaron.

Cuando llego vi a un chico introvertido, del tipo al que siempre le quieren hacer el bullyng, usaba unos lentes más grandes de lo que deberían ser y parecía estar un poco pasado de peso, bueno un poco bastante.

— Hola ¿cómo me llamaste?—dijo penetrándome los ojos, haciéndome intimidar (tenía una personalidad única, "un nerd intimidador")

— ¿Martín?— puse mis manos delante mío a manera de escudo pensando que me iba a pegar.

— Sígueme — no sabía si hacerle caso o no, ¿qué tal si me llevaba a torturarme? o ¿si a dentro estaban unos amigos suyos para ayudarlo a deshacerse de mí?

Al llegar se sentó frente a una computadora y durante 5 minutos estuvo abriendo programas casi sin parpadear, yo estaba incomoda no sabía que estaba pasando.

— Ayer me dijiste que querías hackear una cuenta social ¿no?

— Sss..sii—no pude evitar tartamudear estaba muerta de miedo y parece que lo noto porque se rió.

— Discúlpame por asustarte... se me olvido presentarme es que estoy acostumbrado a ir directo al grano en mí trabajo, tú me entiendes—por supuesto que no lo entendía ¿Qué rayos le ocurría a esta persona?—mira yo trabajo así, me escondo atravez de este sitio que solo es una pantalla para mí verdadero y apasionado trabajo, yo pensé que sabías que mí nombre Martín es falso, lo uso para identificarme en el trabajo de hacker— ahora todo encajaba ¡el asombro de los empleados! y ¡el sitio privado al que me había llevado!.

— Muy conveniente para un trabajo así, debí suponerlo.

— Bueno esta bien, basta de tanto cha, cha, cha, ahora dime ¿a quién quieres que hackeé?— de verdad que se tomaba muy enserio su trabajo, bueno eso me convenía, mientras más rápido mejor.

— A Rodrigo Lara

— Necesito que vengas a identificarlo ¿Cuál es?—no había ido a su funeral pero si recordaba su rostro porque vi su foto mientras Félix la atesoraba hablándome de él.

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